Dictaron falta de mérito a los policías que custodiaban a Nisman el día de su muerte

Compartir
Compartir articulo
 NA 162
NA 162

Los dos sargentos de la Policía Federal que estaban a cargo de la custodia del fiscal Alberto Nisman el día que fue encontrado muerto recibieron una falta de mérito en la causa donde están acusados de haber incumplido sus deberes.

La jueza de instrucción Fabiana Palmaghini le dictó la falta de mérito a Armando Niz y a Luis Miño por entender que no hay elementos para procesarlos ni tampoco para sobreseerlos y que todavía resta profundizar la investigación.

La magistrada tomó la decisión en la misma resolución en la que se declaró incompetente para seguir interviniendo en la causa por la muerte de Nisman y en la que dispuso que el caso pase al fuero federal.

Niz y Miño fueron quienes estaban a cargo de la custodia de Nisman el día que fue encontrado muerto.

La jueza Palmaghini los acusó de haber incumplido su cuidado sobre el fiscal. Los sargentos se defendieron en la justicia señalando que ellos eran responsables de los traslados de Nisman y no de su seguridad en el interior de su domicilio.

En su resolución, la jueza habló de "inacción" por parte de los sargentos ya el día de la muerte de Nisman "más asimilables a las de un servicio de ´remise´.....que aquéllas que como guardianes del fiscal le resultaban inherentes".

La referencia es a que los custodios fueron a buscar a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, y a una amiga de ella para que abriera la puerta del departamento de su hijo después de no responder sus llamados.

"Es decir, como cuidadores de la integridad del custodiado dieron prioridad a circunstancias insignificantes por sobre el aseguramiento de su objetivo principal", explicó la magistrada.

La jueza también explicó el contexto de seguridad que requería la figura de Nisman, quien cuatro días antes de su muerte había denunciado a la presidente Cristina Kirchner por encubrimiento de los acusados del atentado a la AMIA y a horas de presentarse en el Congreso.

"Era el sujeto con un grado de importancia tal dentro de la sociedad argentina cuya integridad física debía ser y estar asegurada, ello, tal vez asimilable a la de un primer mandatario o aún más teniendo en cuenta la denuncia formulada por el funcionario contra quien poseyera para entonces dicha relevante investidura", explicó.

A pesar de las críticas, la jueza entendió que todavía restaba profundizar la investigación para determinar si Niz y Miño cometieron un delito.