De hombre común a hombre verde: la historia de "No Impact Man"

El estadounidense Colin Beavan conocido por el documental "No impact man" que dio la vuelta al mundo se propuso un objetivo desafiante en favor del planeta Tierra: vivir todos los días con la premisa de generar impacto cero en el medioambiente

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<div>Vivió todo un año junto a su mujer y su hija en Nueva York intentando genera nulo efecto en el ambiente</div>  162
<div>Vivió todo un año junto a su mujer y su hija en Nueva York intentando genera nulo efecto en el ambiente</div> 162

Colin Beavan es una referencia en materia ecológica. Escritor estadounidense, nativo de Nueva York, tiene cosas para contar. Es la historia del "No Impact Man", la reveladora experiencia que enseña y relata cómo es vivir intentando generar con sus acciones cotidianas impacto cero en el medioambiente. El experimento, transformado en documental en 2009, sí causó impacto en la conciencia humana: creó una comunidad bloguera ambientalista, cosechó proyectos de sustentabilidad, editó un libro sobre conductas ecológicas para emprender en la ciudad y descubrió un nuevo concepto de felicidad, el que describe el mismo Beavan en su último material.

Su historia creó un nuevo paradigma. De su vivencia nacieron un documental, un blog, un libro y una página web. Su obra completa tiene por tesis la búsqueda de la felicidad a partir de comportamientos responsables con el hábitat. Maneras alternativas de ser feliz sin necesidad de consumirlo todo y de contaminarlo todo. La historia de una familia neoyorquina que invita a repensar el estilo de vida y sus réplicas en los recursos ambientales.

El primer paso fue, en simultáneo, simple y complejo: el acto de proponerse que cada una de sus actividades diarias no tuvieran ningún tipo de efecto sobre la naturaleza. Las vivencias de una familia urbana, con hábitos de ciudad, economía acomodada, practicando métodos inusuales y ecológicos en la metrópolis de Estados Unidos, el país con mayor consumo del mundo. No usar el ascensor de su edificio, desprenderse de los electrodomésticos, separar los residuos en origen, reciclar y realizar compost con los materiales orgánicos, no utilizar transportes motorizados, no consumir plásticos ni cosméticos, comer alimentos producidos a no más de 15 kilómetros de su hogar evitando carnes y pescado, reducir al mínimo indispensable el uso del agua y la electricidad, y hasta lavar la ropa en una heladera "pisotéandola" con sus propios pies. Mientras también realizaban acciones de impacto positivo directo: colaborar con la limpieza del río Hudson, rescatar aves y cooperar con la económicamente de organismos benéficos.

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La crónica del protagonista también podría llamarse "la historia del hombre que vivió un año sin usar el papel higiénico". Colin Beavan se autodenomina como "un progresista con complejo de culpa que intenta salvar el planeta". En el año que duró el experimento, él y su familia dejaron de producir más de 1.000 kilos de basura, incluidos 2.184 pañales desechables, ahorraron 572 bolsas de plástico, 1.248 recipientes de comida para llevar y 2.190 vasos de papel, estuvieron seis meses sin electricidad utilizando una nevera de camping (con hielo prestado) y cultivaron su propia huerta en un jardín comunitario.

El proyecto fue denominado como "No Impact Man": hombre sin impacto. La experiencia de 365 días fue retratada en un documental que lleva ese nombre y que realizó el propio Beavan. Dado el éxito, la controversia y la polémica que la producción cinematográfica generó a nivel mundial, luego estuvo acompañado de un libro, una página web y un blog, donde comparte más detalles de su experiencia e intercambia opiniones con el público.