Caso Martín Blaquier: la declaración del íntimo amigo que descubrió el cadáver

En una nota encontrada en su habitación, el empresario pidió que su primo hermano Miguel sea el primero en enterarse de su muerte. Antes de perder la vida, le había enviado un mensaje inquietante y corrió al Sheraton de Pilar. Qué dijo a la Policía

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Martín Juan Blaquier, hijo de una de las familias más poderosas de la Argentina, cabeza del gigante azucarero Ledesma, se limitó a sonreír cuando pidió educadamente por una habitación en la recepción del hotel Sheraton de Pilar en la tarde del jueves. Tenía zapatillas color crema, un curioso bolso deportivo, largo y negro. En el check-in, dejó como dirección la de su casa en la calle Guido, barrio de Recoleta, y pagó con tarjeta de crédito. Recibió la número 155, en el primer piso. Cuando los efectivos de la departamental Pilar y el fiscal Leonardo Loiterstein entraron en la habitación a las 22 horas y lo encontraron en el piso, muerto de un tiro calibre 12/70 que le entró por el mentón y le destruyó el maxilar, había junto a él una escopeta Benelli semiautomática, que le había pedido a su primo Gastón ese mismo día con la excusa de salir a cazar patos.

También, tres notas que había escrito poco antes, posiblemente en el anotador de cortesía del hotel, todas salpicadas de sangre, en un trazo de color negro, uniforme, con letras mayúsculas sin un solo signo de puntuación.

La segunda de esas notas hablaba de otro primo, Miguel. "Por favor que mi mujer Josefina solo se entere por mi mejor amigo Miguel Blaquier", abogado y su primo hermano. "Josefina" es Josefina Carlés, la madre de los tres hijos del empresario, dos mujeres y un varón. La tercera nota decía: "Por favor llamar a Miguel Blaquier", con un número de teléfono. Y Miguel Blaquier, abogado y su primo hermano, fue el primero en declarar en el expediente. Lo hizo poco antes de la medianoche en la Comisaría 5ta de Pilar, un testimonio al que Infobae accedió en forma completa. Antes de escribir esas notas, Martín Juan Blaquier contactó a Miguel, en una suerte de grito de ayuda.

De acuerdo a su relato ante la Policía Bonaerense, el empresario le escribió vía Whatsapp a las 17:16, poco después de llegar al hotel: "Mike, por favor cuidala a Josefina. Estoy en el Sheraton Pilar", le escribió a su primo. Miguel le escribió de vuelta: "¿Qué hacés en el Sheraton?" No respondió. Llamó a su primo, que no contestó.

Poco después de las 19, Miguel llegó al lobby del Sheraton y pidió comunicarse con su primo. Un empleado llamó al interno de la 155. No hubo respuesta. Miguel pidió que personal de seguridad del hotel lo acompañe para entrar por la fuerza. Fue hasta la 155 con un custodio y otra empleada del hotel; tras varios llamados, pudieron abrir la habitación con una llave maestra. Así, vio el cadáver, con una importante cantidad de sangre, y las notas que pedían por él.

La última vez que había visto a su primo, declaró Miguel, había sido el sábado anterior: pasaron casi una semana juntos en San Martín de los Andes. En ningún momento, afirma en la declaración, su primo "comentó tener problemas, ya sean económicos, familiares u otro tipo de inconveniente que lo pudiera haber llevado a tomar esta determinación". Otra voz clave del entorno de Martín Blaquier afirma a Infobae: "No tengo idea de por qué hizo esto". El fiscal Loiterstein, por el momento, tampoco.