Sectores sociales y de izquierda no quieren que Evo Morales se eternice en el poder

Ex aliados, mentores políticos y sectores sindicales rechazan el referendo que podría autorizar al presidente boliviano a presentarse a un cuarto mandato. Autoritarismo, corrupción y censura, las preocupaciones de sus detractores

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 AP 163
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Más de seis millones de bolivianos decidirán el domingo si autorizan al presidente Evo Morales a presentarse para un cuarto mandato, que concluiría en 2025, en un referendo crispado por denuncias de corrupción y la muerte de seis personas en un ataque a una alcaldía de oposición

La cita electoral es crucial para Evo Morales, quien enfrenta a su oposición tradicional (la centroderecha) pero también a varios de sus ex mentores políticos y viejos "compañeros de lucha".

Estos sectores –con los que hace más de una década el presidente boliviano solía hacer tambalear gobiernos a base de protestas con bloqueos de carreteras y cercos a las ciudades– se sumaron a la lista de detractores del ex sindicalista cocalero.

Según detalla la BBC, los otrora "maestros" de Morales e ideólogos de su proyecto político consideran que su gobierno abandonó los postulados originales relacionados con la defensa de la "Madre Tierra" y los cambió por una gestión marcada por políticas extractivas incompatibles con consideraciones ambientales.

"Nadie niega la importancia de los primeros años del gobierno, el salto económico y la inclusión que se ha logrado, pero después de eso el poder total ha intoxicado este proceso"

Señalan también que el "exceso de poder" acumulado gracias a los arrolladores triunfos electorales de Morales permitió la creación de circuitos de corrupción y enriquecimiento personal, como los dos supuestos casos que acapararon los titulares de prensa en Bolivia.

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El primero fue la denuncia de presuntos malos manejos y uso indebido de recursos públicos por el que dirigentes, ex ministros e incluso parlamentarios oficialistas fueron detenidos, y después la denuncia de supuesto tráfico de influencias a favor de una empresa china por cientos de millones de dólares en el que está involucrada una ex novia de Evo Morales.

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"Nadie niega la importancia de los primeros años del gobierno, el salto económico y la inclusión que se ha logrado, pero después de eso el poder total ha intoxicado este proceso", señaló para el medio británico Rafael Puente, ex viceministro del Interior del primer gabinete de Evo Morales.

Morales solía referirse a Puente como su "maestro en asuntos sindicales" e incluso lo promovió para que dirigiera la formación de cuadros de su partido en los primeros años de su gestión.

"La docilidad y la obediencia se han vuelto comportamientos comunes. El presidente está condenado a escucharse a sí mismo siempre porque todos tratan de decirle lo que él quiere oír. La capacidad de debate ha desaparecido y los que opinan lo contrario son acusados de estar 'vendidos al imperio'", agrega Puente.

"La capacidad de debate ha desaparecido y los que opinan lo contrario son acusados de estar 'vendidos al imperio'"

Es que el mandatario no ha dudado en llamar "traidores" a todos los ex camaradas que decidieron poner la lupa sobre su gestión. Para que les quite el mote deberían hacer la vista gorda a los escandalosos casos de corrupción, concentración de poder y censura.

Las organizaciones sociales también comenzaron a darle la espalda a Morales. Por ejemplo, la confederación que agrupa a la mitad de los indígenas de Bolivia (CIDOB) se desmarcó de la agenda gubernamental. Como respuesta, el oficialismo desconoció a la dirigencia electa y constituyó una entidad paralela que, de inmediato, fue reconocida por el gobierno.

Es por ello que decenas de dirigentes crearon partidos propios y buscaron ganar espacio independiente en alcaldías en las dos últimas elecciones locales en Bolivia.

"Evo Morales no respeta la independencia de poderes ni la libertad de expresión. Perderá por traicionar a sus bases", afirmó Filemón Escóbar, otro de los ex maestros del presidente boliviano.

Las organizaciones sociales también comenzaron a darle la espalda a Morales

La BBC recuerda que también aparecen en la lista de disidentes varios de los que, en 1995, crearon junto a Morales el "instrumento político" con el que juraron "refundar Bolivia".

"Conozco a fondo a Evo Morales, sé quién es y cómo es su actitud. Su actitud siempre ha sido convertir en obedientes a sus aliados y yo no quería ser obediente de nadie", cuenta Román Loayza, uno de aquellos fundadores que ahora son críticos del evismo.

Otro detractor es Óscar Olivera, protagonista de la llamada "Guerra del Agua" del año 2000, cuando un consorcio de capitales estadounidenses y europeos fue expulsado de Bolivia por las protestas surgidas después de que privatizaron del agua. Hoy Olivera opina que el gobierno de Morales "ha robado la capacidad de decidir" a las organizaciones sindicales y campesinas y no cumplió con la vieja promesa del "autogobierno popular".

"Evo Morales no respeta la independencia de poderes ni la libertad de expresión. Perderá por traicionar a sus bases"

Hasta la semana pasada, los partidarios de la reforma constitucional para permitir a Morales postularse a un cuarto mandato consecutivo estaban empatados. Pero las acusaciones que lo afectan directamente empiezan a modificar el tablero y, según recientes sondeos, los partidarios del No (47%), superan al Sí (27%).

De confirmarse el escenario, sería la primera derrota directa en los 10 años que lleva en el poder Morales, uno de los últimos representantes del llamado socialismo del siglo XXI. Previamente su partido había perdido en 2015 plazas clave en las elecciones municipales.