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El día que Lionel Messi superó las tres centenas de goles en la Liga de España (lleva 301 en su carrera), Barcelona se puso al día con la disputa del pendiente de la Fecha 16 por el viaje a Japón y superó por 3-1 al Sporting Gijón en El Molinón. De esta manera se afianzó en lo más alto de la tabla de posiciones, extendió su ventaja sobre sus perseguidores y prácticamente empezó a sentenciar el desenlace.
Los catalanes, que ganaron cinco de seis títulos posibles en 2015, van preparando el terreno para repetir la gesta o, decididamente, mejorarla. Ahora suman 60 unidades tras 24 jornadas del campeonato ibérico, seis más que el Atlético Madrid de Diego Simeone y siete por encima del Real Madrid de las estrellas. Al mismo tiempo, jugará la final de la Copa del Rey ante Sevilla y aguarda los octavos de Champions ante el Arsenal.
Como no podía ser de otra forma, la victoria en condición de visitante se encaminó gracias a la magistral actuación del '10' de la selección argentina. A los 24' de la etapa inicial se abrió espacio solo para desenfundar un disparo imposible para el arquero, mientras que una bárbara combinación en ofensiva con Luis Suárez a los 30' la definió con un delicioso remate con tres dedos. No importó la igualdad transitoria de Carlos Castro a los 26' para el dueño de casa, que continúa comprometido con el descenso.
En el complemento, Messi se dedicó a abastecer a sus compañeros y fundamentalmente a Luis Suárez, a quien le cedió la responsabilidad de una ejecución desde los doce pasos que nada tuvo que ver con la estrategia empleada ante Celta, que semejante polvareda levantó. Esta vez, el uruguayo priorizó el remate directo, pero Iván Cuellar adivinó la intención y desvió el balón. No obstante, el propio goleador charrúa dibujó un movimiento fantástico y sacó un zurdazo mejor para sentenciar las acciones a los 21' del segundo tiempo.