No es novedad que celebrities de todos los rincones eligen Los Ángeles como destino privilegiado para sus inversiones. Lady Gaga no es la excepción, y, así, a fines de 2014 desembolsó U$D 23 millones en su primer inmueble californiano.
Aunque la artista creció en Nueva York, optó por la soleada California como hogar principal; en concreto, por una propiedad de 2,4 hectáreas en la exclusiva Malibú, justo en frente de Zuma Beach.
La residencia fue construida en el año 2005 y ostenta un estilo europeo, específicamente inspirado en el sur de Francia. Lleva la firma del arquitecto Steve Giannetti y fue impecablemente ambientada por Madeline Stuart.
La mansión incluye cinco dormitorios y doce baños y ningún metro cuadrado escatima lujo. Entre otras extravagancias, cuenta con ascensor, una vinoteca con capacidad para 800 botellas, gimnasio, bar y microcine.
Sin embargo, es posible que el "detalle" más original de todos sea la cueva secreta de la casa. El antiguo dueño, Dan Romanelli, quien había comprado la propiedad por U$D 2 millones en el año 2000, fue el fundador de la división de productos de Warner Bros. y se ocupa de todo el merchandising relativo a Batman. No sorprende, entonces, que haya incorporado una "Baticueva", a la que se accede a través de un pasaje secreto en el living room. En ella se halla una pista de bowling y dos máquinas de juego de basquetbol.
Como si fuera poco, la mansión también ofrece pileta de agua salada, caballerizas, casa de huéspedes con vista al mar y una cancha de bochas. Una larga lista de encantos que, en un mundo llamado lujo, no terminan de sorprender.