Gremios del transporte lanzaron agresiva campaña contra el impuesto a las Ganancias

Con una afichada, insistieron con el reclamo para terminar con el "maldito impuesto al trabajo". El Gobierno se comprometió a llevar el tema al Congreso

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En medio de las negociaciones con el gobierno nacional, los sindicatos nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) salieron esta semana a presionar para que se derogue o haya cambios en el Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, que alcanza a los salarios más altos del país. Lo hicieron a través de afiches, con la consigna "terminemos con el maldito impuesto al trabajo".


La iniciativa comenzó durante la noche del martes y el inicio del miércoles, en la previa de la reunión del presidente Mauricio Macri y los líderes de las tres CGT, que se concretó ayer. La pegatina tuvo lugar en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires, como el barrio de Congreso, la Avenida 9 de Julio, y terminales de transporte y punto de acceso a la Capital.


"Esta acción pública ya estaba aprobada por todos los gremios de la CATT y manifiesta una vez más nuestro reclamo para que se deje de confiscar el poder adquisitivo de los trabajadores, que ya está castigado por la constante inflación y los ajustes en los servicios públicos que aplicó el nuevo gobierno", sostuvo en un comunicado de prensa el secretario adjunto de la CATT, Omar Maturano, que lidera al sindicato de maquinistas ferroviarios de La Fraternidad.


"El presidente debe honrar su promesa de campaña electoral y no seguir arrastrando los perjuicios a los trabajadores heredados del kirchnerismo", insistió Maturano.


La CATT está integrada por los gremios con mayor de presión en el país, ya que tienen la capacidad de paralizarlo por controlar el estratégico sector del transporte terrestre, aéreo, portuario, fluvial y marítimo. Aglutina una veintena de sindicatos, entre ellas se destacan La Fraternidad, Camioneros, los colectiveros de la UTA, los marítimos de FeMPINRA, Aeronavegantes, Güincheros y Grúas Móviles, SUPEH Flota, entre otros.


Este sector sindical fue el que encabezó en la última etapa del gobierno de Cristina Kirchner el que impulsó los paros nacionales y protestas contra el denominado "impuesto al trabajo". Se trata del segmento de asalariados que más creció en su poder adquisitivo durante los años del kirchnerismo, pero que empezó a mostrar signos de malestar cuando el gobierno anterior dejó de actualizar las escalas de Ganancias.


El gobierno de Mauricio Macri tomó nota de que Ganancias es un foco de conflicto latente y, por ello, anunció ayer que enviará al Congreso "la semana próxima o la otra, a más tardar" un proyecto de ley para la modificación del impuesto a la cuarta categoría.


El avance en este frente es clave para el "diálogo social" entre los sindicatos y el Poder Ejecutivo, ya que los cambios en el tributo servirá como moneda de cambio para que haya acuerdos salariales y paritarias semestrales en torno al 20 y 25 por ciento, como manera de controlar la inflación.


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