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El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, reafirmó la posición del gobierno con respecto a la posibilidad que las mujeres aborten en caso que sus bebés sean detectados con microcefalia a causa del virus del zika, y negó cualquier posibilidad que vayan a facilitar dicha práctica.
"La posición del Ministerio de Salud es inequívoca; es la posición en defensa de la ley. Somos agentes públicos y no podemos defender otra cosa que no sea el cumplimiento estricto de la ley. La legislación brasileña sólo permite el aborto en tres situaciones, que no incluyen esa (la microcefalia)", indicó Castro, citado por el portal del diario Folha de Sao Paulo en declaraciones realizadas al medio televisivo Ciudad Verde, en contraposición a la línea de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ante la epidemia del virus del zika.
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En ese sentido, el funcionario brasileño explicó que la ley únicamente permite el aborto en tres casos: cuando la gestación compromete la vida de la madre, cuando el bebé es fruto de una violación, y cuando nacerá anencéfalo (sin cerebro).
"La epidemia de microcefalia es hoy en Brasil el problema número uno", manifestó Castro.
Justamente, en el gigante sudamericano entre los meses de octubre y enero se reportaron más de 4.000 casos de bebés nacidos con sospecha de microcefalia, una malformación cerebral con la cual nacían en promedio entre 100 y 120 bebés por año en todo el país.
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La semana pasada, la ONU instó a los países en el que el virus del zika está creciendo exponencialmente y se detectan nuevos casos de microcefalia vinculados directamente con la picadura del mosquito Aedes aegypti a que faciliten el aborto.
De todas formas, las autoridades brasileñas descartaron, por el momento, la posibilidad de adoptar la medida que solicitaron los organismos.
Además de la postura del gobierno, Castro indicó que Brasil y Estados Unidos trabajan en conjunto para desarrollar una vacuna contra el virus, que podrá estar lista en tres años.