"Me siento incómoda en el hospital, la policía es nuestra sombra"

Villa Ballester continúa conmocionada tras lo ocurrido este lunes, cuando una Ford Ranger del Comando de Prevención Comunitaria que iba a contramano atropelló y mató a Beatriz Zampella, de 82 años, y le provocó heridas a una nena de 10, llamada Ludmila.

Familiares y amigos de la víctima fatal, a quien cariñosamente llamaban Betty, le dieron este martes el último adiós en el cementerio local. En tanto, Ludmila permanece internada en el Hospital Eva Perón, donde será operada por una fractura en el piso del ojo izquierdo. Apenas ocurrido el trágico episodio, los vecinos de Ballester se quejaron porque las pericias iban a ser realizadas por personal de la Bonaerense, la misma fuerza a la que pertenecen los dos policías que iban en la Ford Ranger. Finalmente quedaron a cargo de la Gendarmería.

Los reclamos hacia la policía continuaron en boca de Lucy Cueva Rivera, la mamá de Ludmila. "Me siento incómoda en el hospital, la policía es nuestra sombra", afirmó la mujer en declaraciones a TN.

El caso se registró el lunes por la mañana, cuando el patrullero asistía supuestamente a responder una alarma disparada desde una entidad bancaria. Sin embargo, lo hizo a alta velocidad, sin la sirena prendida y a contramano. En el cruce de las calles Chivilcoy y Pueyrredón impactó contra un camión, se subió a la vereda –a metros de una verdulería- y atropelló a Betty y Ludmila. Lucy es la dueña de la verdulería y se salvó por segundos.

"La nena se quedó afuera esperando. Entré y se escuchó un ruido fuerte, en cuestión de segundos salgo y veo un panorama como si un huracán hubiese arrasado todo", contó la madre de Ludmila. Y agregó: "Ahí vi un cuerpo tirado a un metro (Betty) y mi nena a un metro y medio del otro cuerpo. Si me quedaba afuera me iba con mi amiga Betty".

Lucy dijo que quedó "shockeada" y que en medio del griterío de los vecinos un policía se ofreció a llevar a la nena al hospital ante la demora de la ambulancia en llegar a socorrerla.

Los dos policías que iban en el patrullero fueron indagados por la Justicia y seguirán detenidos. Se trata del teniente primero Andrés Cedrón, de 50 años que quedó imputado por el delito de "homicidio culposo", por "darle el patrullero a quien no lo tenía permitido"; y del oficial Walter Lazo Quispe, de 23, imputado por el delito de "homicidio con dolo eventual".

Cedrón era el único que tenía permiso para conducir el vehículo y ambos efectivos continuarán internados en la Clínica Fitz Roy ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo, donde se encuentran con custodia policial. Ambos efectivos fueron desafectados de la policía.