Donald Trump subió la apuesta: llamó "mariquita" a Ted Cruz, su principal rival en la interna

Durante un evento en New Hampshire, el aspirante a la Casa Blanca cuestionó al texano por su postura ante la tortura

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Donald Trump llamó a Ted Cruz "mariquita" luego de que un mujer que asistía a uno de sus eventos políticos gritara desde la tribuna: "Él es una mariquita". El controversial candidato del Partido Republicano no dudó en aprovechar la oportunidad para obligar a la mujer a repitir lo que había dicho, buscando que todos los asistentes lo escucharan con la obvia finalidad de que, el "exabrupto" de cuestionable espontaneidad, se viralizara a través de todos los medios de comunicación.


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El hecho tuvo lugar durante un evento político de Trump en Manchester, New Hampshire, y las imágenes captadas muestran cómo el otrora conductor del reality show The Apprentice se ríe al escuchar a la mujer sin identificar gritando ese adjetivo, para luego ordenarle que lo repitiera en voz alta y decirle: "Espero no escucharte decir algo así nunca más".



Este intercambio se originó luego de que Trump trajera a colación la respuesta que Cruz dio durante el pasado debate republicano cuando se le preguntó acerca de su postura ante los cuestionados interrogatorios de ahogamiento simulado contra terroristas, medida que el magnate propone volver a poner en funcionamiento.


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Para sorpresa de Trump, el senador por el estado de Texas Ted Cruz intentó evadir la pregunta al declarar que no cree que lo mejor sea volver a restituir esta práctica para lidiar con sospechosos de terrorismo. Cabe recordar que el waterboarding fue un método utilizado por la CIA durante la presidencia de George W. Bush para interrogar a sospechosos de terrorismo luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.


Los métodos para interrogar a los prisioneros fueron autorizados en 2002 y se utilizaron hasta 2005 en Guantánamo y algunas de las prisiones secretas de la agencia de inteligencia de los EEUU.


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El ahogamiento simulado consiste en vaciar agua de manera directa al estómago de una persona que se encuentra recostada, provocándole una sensación "virtual" de asfixia que no produce la muerte ni daños físicos. Otra variante implica arrojar agua a un sujeto amarrado, que tiene la cara cubierta con un trapo o tela. El "éxito" de este método es que no deja ninguna secuela o marca pero produce un enorme sufrimiento físico y psicológico en el prisionero.

De acuerdo con The New York Times la técnica del waterboarding fue utilizada 266 veces sobre dos sujetos: Abu Zubaydah y Khalid Shaikh Mohammed, involucrados con los atentados de 11 de septiembre.