Brasil inspeccionó 21 millones de hogares por el virus del zika

Los equipos creados por el Gobierno brasileño para eliminar los posibles criaderos de larvas del Aedes aegypti, el mosquito que transmite los virus del zika, el dengue y la chukungunya, ya visitaron 20,7 millones de viviendas, informaron fuentes oficiales.

Las viviendas inspeccionadas en las últimas semanas equivalen al 30 % de los 67 millones de inmuebles residenciales, comerciales, industriales y públicos que el Gobierno se propuso revisar en enero y febrero en su campaña de combate al Aedes aegypti, según el balance divulgado este viernes por el Ministerio de Salud.

Hasta el viernes de la semana pasada el número de viviendas e instalaciones inspeccionadas se limitaba a 10,9 millones.

La eliminación de los posibles criaderos de las larvas del mosquito es la única arma disponible para combatir las enfermedades transmitidas por el mosquito ya que hasta ahora no existe vacuna contra ninguno de los tres virus.

En la campaña de combate al mosquito casa por casa participan, además de agentes de salud, cerca de 220.000 miembros de las Fuerzas Armadas, movilizados por la gravedad de la situación.

La inspección de las viviendas fue determinada por el Gobierno tras declarar el estado de alerta por el aumento del número de casos de microcefalia entre recién nacidos, una malformación cuya fuerte expansión es atribuida por algunas autoridades a la propagación del zika.

Las autoridades esperan visitar la mayor parte de las viviendas de 3.984 de los 5.570 municipios de Brasil en un esfuerzo para eliminar posibles focos de cría del mosquito y concienciar a la población sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas contra el Aedes aegypti.

De acuerdo con el Ministerio de Salud, en las visitas a las 20,7 millones de viviendas, fueron identificadas 772.900 con focos del mosquito, lo que representa el 3,89 % del total inspeccionado.

Los equipos de inspección, sin embargo, no han podido visitar hasta ahora 4,7 millones de residencias en las que nadie abrió la puerta y otras 69.214 cuyos propietarios se negaron a autorizar la entrada de los inspectores.

La presidente brasileña, Dilma Rousseff, sancionó el lunes pasado una medida ejecutiva que autoriza a agentes públicos a forzar la entrada a inmuebles públicos o particulares que estén abandonados y en los que se sospecha que pueda haber focos del mosquito.

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La medida fue justificada por el estado de alerta ante la propagación del zika.

Pese a que no es una enfermedad mortal y a que sus síntomas son menos graves que los del dengue, el zika puede estar asociado a casos de microcefalia y otras malformaciones en fetos de mujeres que lo contraen durante el embarazo.

Según el último balance oficial, los posibles casos de microcefalia en recién nacidos en Brasil aumentaron un 14 % en la última semana y ya suman 4.783 desde mediados del año pasado.

Algunos países latinoamericanos, entre ellos Brasil, uno de los más afectados por este virus, han recomendado que las mujeres eviten provisionalmente los embarazos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró esta semana una emergencia sanitaria de preocupación internacional por la posible asociación entre los casos de microcefalia y desórdenes neurológicos en bebés y el aumento de casos de personas contaminadas con el virus del zika.

La relación causa-efecto entre ambas todavía no está científicamente comprobada.