Con la cabeza puesta en la revancha del repechaje de la Copa Libertadores, Huracán inició su camino en el torneo doméstico ante Atlético Rafaela, un equipo que tuvo el debut de Jorge Burruchaga como entrenador.
A pesar de hacer todo el sacrificio para abrir el marcador, el Globo se vio sorprendido por una desgracia propia. En el momento en que se estaba transformando en figura Germán Montoya, un tiro de esquina estableció la injusticia. El cabezazo de Mauro Bogado descolocó a Marcos Díaz y el silencio del Tomás Adolfo Ducó ejemplificó el momento quemero. Sin patear al arco, la Crema sacaba la primera diferencia.
En el complemento los de Eduardo Domínguez continuaron teniendo el dominio del choque, pero la falta de efectividad de los atacantes atentó contra los deseos de Parque Patricios. Con prácticamente los mismos intérpretes que superaron al Caracas, más la notable presencia Ramón Ábila, los porteños no lograban llegar a la red. Fue un espectáculo muy similar al que se vivió unos días antes ante el combinado venezolano, con la diferencia de que en esa oportunidad lograron mantener su invicto.
A pesar de su aceptable producción, Huracán deberá olvidarse pronto del resultado sufrido en el Palacio, para ir a buscar la clasificación a la fase de grupos del torneo continental al país vecino. En tanto, Jorge Burruchaga deberá tener presente que la fortuna es pasajera y con planteos mezquinos como el que presentó difícilmente vuelva a sumar de a tres. En el primer duelo de la Zona 2 del campeonato, Atlético Rafaela se endulzó con un resultado tan injusto como inmerecido.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com