Las visitas rockeras más polémicas

El cuarto desembarco de los Rolling Stones será con una serie de shows que estarán cargados de emoción, adrenalina y euforia. Pero en presentaciones internacionales anteriores hubo corridas, golpizas, muertes y destrozos: ¿cuáles fueron los recitales más caóticos?

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infobae

Infobae confeccionó una lista con las visitas más polémicas dentro del rock. Claro está que el último show de Justin Bieber en River significó un retrato impensado dentro del teen pop, más emparentado con los excesos del rock ochentoso que con los angelicales perfiles que proponen los artistas juveniles. Cabe destacar, también, el caos que se generó en 1993 alrededor de las llegadas de Michael Jackson y Madonna.

The Cure (Ferro 1987)

La banda de Robert Smith era una de las sensaciones, su llegada fue todo un suceso. Lo que ocurrió en marzo del 87 fue que vendieron más localidades de las que albergaba el recinto de Caballito. Una muchedumbre quiso ingresar, a su vez, sin entrada, lo que produjo corridas y enfrentamientos con la policía.

Luego, los mitos: perros pertenecientes a las fuerzas de seguridad, quemados y arrojados al campo, paredes agrietadas por los temblores y el propio Smith prometiendo que nunca más pisaría suelo argentino. Lo cierto es que quienes concurrieron aseguran que fue uno de los mejores shows jamás dados en Argentina...y The Cure volvió al país en 2013.


The Exploited (Cemento 1993 – Teatro de Flores 2013)

A principios de la década de los 90, eran asiduas en Buenos Aires las grescas producidas entre punks y skinheads. Paradójicamente, sin querer profundizar, ambos movimientos estuvieron muy ligados desde sus orígenes en Gran Bretaña, muy lejos de la posterior desvirtuación en los principios de los "cabezas rapada". En este marco, se presentó Exploited, una leyenda punk acusada de estar orientada al fascismo. La trifulca entre skinheads y punks repartiendo a diestra y siniestra fue tan violenta que generó las primeras clausuras para Cemento.

Veinte años después, los escoceses aterrizaron por cuarta vez en Buenos Aires. El lugar fue el Teatro de Flores. ¿El problema? Promediando la hora de show, todo se terminó inesperadamente. Decenas de seguidores arriba del escenario (invitados por la propia banda) hicieron que el recital finalizara vertiginosamente. Aparentemente, parte de los instrumentos fueron destruidos y algunos micrófonos, sencillamente robados.


Guns and Roses (River 1992 – Vélez 2010)

Caótica por donde se mire, así fue la primera visita de GNR. Para empezar, rumores (luego desmentidos) indicaban que Axl Rose había quemado una bandera argentina en París y asegurado limpiarse las botas cuando su vuelo saliera de Ezeiza. Esto produjo amenazas de agrupaciones nacionalistas que terminaron en enfrentamientos con los adolescentes que se agolpaban en el hotel Hyatt. El entonces presidente Menem los llamó forajidos y la tragedia abrazó a todos cuando una muchacha de 16 años llamada Cynthia Tallarico decidió quitarse la vida al no ser autorizada por su padre a concurrir al recital.

El show tuvo todos los condimentos gunners, incluyendo dos históricos parates en "Nightrain" y "You could be mine" luego de que un espectador le lanzara un toallero a Axl Rose (justo en esos dos temazos se le ocurrió agredir al cantante).

En tanto, en 2010 el sonido fue de lo peor y la demora eterna, el show fue salvado por lo que hizo previamente el ex Skid Row, Sebastian Bach. Sumado a la floja performance de Axl, hubo incidentes en las calles de Liniers. Fanáticos quisieron ingresar sin entrada o con tickets falsos, la Policía desplegó más de 150 efectivos para contener a la multitud. Cinco seguidores de la banda terminaron detenidos.


Nirvana (Vélez 1992)

Comandados por el controvertido Kurt Cobain, los muchachos de Seattle se encontraban en la cresta de la ola tras publicar Nevermind, su álbum más aclamado. El problema surgió de entrada, cuando el público se mostró violento, intolerante y tenso con las teloneras Calamity Jane. ¿En qué desembocó semejante hostilidad? La rabia de Cobain, quien en un principio se negó a subir al escenario, luego lo hizo pero a su modo: Priorizó los "lados B" de la banda, no tocó canciones de su acostumbrado repertorio y, lo peor para sus fans, amagó toda la noche a interpretar el himno "Smells like teen spirit". Sólo amagó.

Motörhead (Hangar – 2004)

No maten al mensajero, y mucho menos a un genio como el Ruso Verea. Él fue el encargado de avisar que tras sólo 50 minutos de show, la banda liderada por el eterno Lemmy, finalizaba su show. Según indicaron, el grupo se encontraba cansado y decidió terminar la velada ante el estupor en el público. Primero fueron insultos, gritos y unos vasos de cerveza arrojados al escenario, luego se desbordó cuando tiraron al piso un retorno, equipos y la batería.


The Rolling Stones (River 1995, 1998 y 2006)

Algo similar a lo ocurrido con los Guns unos años atrás, la llegada de los Stones paró al país. A diferencia de sus colegas norteamericanos, los liderados por Mick Jagger se reunieron con el entonces presidente Carlos Menem, en el marco de la gira Voodoo Lounge. Más allá de algún que otro amontonamiento de gente en el hotel, los problemas aquí no fueron precisamente en el show, sino en la previa. En octubre de 1994, Raúl Zarza fue acusado de haber degollado con una botella a Fabián Maldonado, en la fila para comprar las entradas.

En 1998 no hubo problema con el show de los Stones, pero sí con el de su telonera Meredith Brooks, a quien le tiraron botellazos y monedazos en su primera presentación. Enojada, terminó su show y se quitó la remera argentina.

Para el año 2006, los ingleses llegaban por tercera vez. El primer show comenzó tarde mientras afuera había corridas por Udaondo, avenida del Libertador y Figueroa Alcorta. Una enorme cantidad de público pudo colarse al estadio sin entrada, mientras que otro tanto vio impedido su ingreso, aun teniendo en su poder los tickets.

Misfits (Cemento 1998)

La legendaria banda de Nueva Jersey se presentó durante dos noches ese año. Obviamente, como era costumbre por esa época en ese tipo de shows, los escupitajos eran los grandes protagonistas. La primera función tocó media banda, con Doyle Wolfgang von Frankenstein y un cantante pasajero que abandonó el escenario al quinto tema. Sólo quedó Jerry Only junto al baterista Dr. Chud, lo que obligó a que la gente subiera a cantar. La segunda noche fue algo más tranquila, salvo por un corte de luz. La perlita fue la presencia en el escenario del productor Daniel Rey (quien trabajó junto a Ramones).

Iron Maiden (Vélez 2001 – Ferro 2008)

El grupo heavy tiene un feeling distinto con el público sudamericano, visitó estas tierras en más de siete oportunidades, siempre a estadio lleno. En 2001, en el marco de la gira del disco Brave New World, Maiden tocaba "The Trooper", la canción que relata la Batalla de Balaclava, que enfrentó a rusos con aliados turcos, franceses y británicos. Bruce Dickinson tuvo la idea de flamear una bandera del Reino Unido. Los silbidos no se hicieron esperar, los abucheos también, así como los cánticos, entre los que se destacaron el famoso "El que no salta es un inglés", "Ar-gen-tina" y "Olé, olé, olééé, Dieeego, Dieeego". El cantante tuvo que ofrecer disculpas en un discurso bastante protocolar e improvisado, asegurando que no tenía problemas en alzar una bandera argentina.

Algo similar ocurrió en 2008. Maiden volvía después de cuatro años en una gira que prometía ser la mejor luego de mucho tiempo. Aquí, le tiraron zapatillas a Dickinson cuando hizo lo mismo en el decorado mientras sonaba "The Trooper". En este caso, los serios problemas ocurrieron en la previa cuando cientos de fanáticos se colaron al show y produjeron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, con lanzamiento de vallas y un efectivo herido.

Ramones (Obras 1987 – Vélez 1994 – River 1996)

La banda más grande en la historia del punk genera exactamente lo mismo que los Stones en este país. Dos grupos que tienen su propia subcultura en Argentina, única en cualquier lugar del planeta. La primera visita ramonera (fueron más de 25 en total) terminó en un caos fuera del recinto. Un sector del público destruyó todo a su paso y el vandalismo se hizo presente en el barrio porteño de Núñez.

Muy parecido a lo que pasó en 1994, cuando se presentaron junto a Motörhead, y aquí le sumamos algunos desmanes en el sector campo cuando parte del público usó las baldosas plásticas como trampolín para lanzar personas.

En 1996 los incidentes se dieron en la previa. En Paseo Lavalle canjeaban 1 entrada por 10 tapitas de una conocida gaseosa. Los organizadores nunca se esperaron tanta, pero tanta cantidad de gente y todo terminó en un bochorno repleto de peleas. Los jóvenes que no pudieron conseguir su entrada apedrearon y saquearon locales. La policía llegó unas dos horas después de los desmanes.

KISS (River – 1994)

Durante la primera presentación de la banda liderada por Stanley-Simmons en Argentina, dos jóvenes de 23 y 25 años murieron cuando quisieron pasar de un sector a otro. El grupo se enteró de la tragedia y estuvo a punto de no salir a tocar.


The Police (Obras – 1980)

El grupo se encontraba tocando "Shadows in the rain" cuando una muchacha se aproximó al vallado y recibió un palazo por parte de un policía. La reacción del guitarrista Andy Summers, desbordado por la impotencia, fue la de acercarse hasta el uniformado y con una suave patada, le quitó la gorra. Al instante se armó el problema, el lugar se llenó de efectivos, apareció Daniel Grinbank para controlar la situación y se resolvió que Summers iría detenido luego del show.


Claro está, faltan muchos más, como por ejemplo los problemas en el medio del público en el show de Sepultura en el Halley o los insultos al público argentino de Phil Anselmo una de las veces que aterrizó Pantera o la frustrada visita de Metallica en 2003, o bien el bochorno en Ritmo de la Noche de Poison.