Prat Gay y su delicado juego

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A medida que pasan los días y con ellos el sacudón político y mediático por la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez se apaga, el Gobierno regresa enfáticamente a su ardua tarea de demostrar públicamente la normalidad y coherencia de sus actos de gestión. Esta vez lo hizo de la mano de su Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, el Licenciado Alfonso Prat-Gay.

Todavía nos cuesta acostumbrarnos a las conferencias de prensa, y aún más a que funcionarios de primera línea nos brinden proyecciones y metas para los próximos años de gestión.


El Gobierno, mediante su ministro Prat-Gay, oficializó entre varios temas sus metas inflacionarias para los próximos cuatro años las cuales son por demás, ambiciosas. Para el presente año la inflación estimada según dichos del Ministro rondaría el 25 por ciento. Si bien es factible que el equipo económico logre esos niveles de inflación, aún quedan muchas variables que de acuerdo a cómo vayan evolucionando, pueden o no ayudar a que esta meta se pueda cumplimentar. A priori para poder lograr esto, deben disponer de la capacidad de endeudarse en los mercados para poder afrontar el déficit fiscal sin recurrir a la ya utilizada de manera irresponsable emisión monetaria, y a su vez para lograr ese endeudamiento la resolución del conflicto con los Holdouts es casi un paso inevitable.


Las paritarias serán una de las variables de vital importancia que deberían resolverse al menos este 2016, en un plano más político que otra cosa y deberán oscilar todas en la franja que va del 25 al 30 por ciento, lo que también será posible por el endulzamiento en los oídos de los sindicatos con la trillada oferta del aumento en el mínimo no imponible de ganancias a $30.000 y las modificaciones en las respectivas escalas.


Dentro de las expectativas de inflación para el 2016, el Gobierno descuenta que durante Diciembre hubo un exceso en el incremento de precios por cuestiones de cobertura de riesgo (dicho sencillamente: un precio de venta más elevado por miedo a que el precio de reponer la mercadería sea mucho más elevado que en ese momento), lo que podría influir en un amecetamiento de los índices inflacionarios en el mediano plazo cuando la economía logre algunos vestigios más de normalidad. Por esto se habla de dos inflaciones para este 2016, un tramo más acelerado para el primer semestre y otro tramo menos traumático para el segundo semestre.También aquí será un jugador principal la quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos.


Las intenciones son las de que luego de un 2016 complicado y volátil se aproximen años inflaciones gradualmente más bajas hasta transcurrir el 2019 con una expectativa de alrededor de 5 puntos de inflación. Difícil, pero no imposible.


En lo que refiere a los mal llamados Fondos Buitres, el 25 de Enero el Gobierno presentará ante estos una propuesta formal de pago. No hay que tener demasiadas expectativas puestas lo que surja de la negociación ya que con una sentencia firme de por medio, son pocos los acreedores que cederían algo. Irán seguramente en la búsqueda de reducir algunos intereses y por alguna que otra facilidad de pago, no mucho más que eso. No hay mucho para hacer, pero si mucho por ganar dejando atrás este dilema gestado por cuestiones más políticas que económicas del gobierno anterior.


Otra de las novedades de Prat-Gay ,en representación del presidente Macri, fue que por primera vez se habla de la "herencia recibida". Frase que hasta aquí se quiso evitar para no generar cierto rechazo popular. Pero ya se dejó transcurrir un lapso de tiempo suficiente como para poder utilizarla. Y entre un cierto grado de enojo y esa llamativa tranquilidad a la que nos tiene acostumbrados el Ministro, éste describió resumidamente la desidia y dejadez del gobierno kirchnerista y remarcó la cantidad de "basura" que a pesar de no ser propia, limpiarán. Es cierto que su tarea se basa en lo que se hubiese basado la de cualquiera que haya asumido en un nuevo gobierno y esta es básicamente gobernar, por lo que las palabras del Ministro más que correctas, fueron obvias. No fue involuntario el hecho de enunciar los montos de las deudas originales en default y esos mismos montos actualizados con sus intereses a la fecha de hoy. Los números son la mejor forma para que todos entiendan a lo que hacía referencia con la frase "herencia recibida".


Dentro de las breves pero contundente menciones a la administración anterior estuvo la referida al "derroche de recursos". El déficit fiscal que oscila en un 5,8 por ciento del Producto Bruto Interno y es el más alto en los últimos 30 años es el Talón de Aquiles del actual equipo económico. El déficit se achicaría gracias a la reducción del gasto público en un 0,8 por ciento del PBI y en 1,5 por ciento del PBI en reducción de subsidios compensados con el aumento de tarifa a privados por lo que la decisión es eliminarlo gradualmente hasta hacerlo desaparecer allá por el lejano año 2019.


Todos los dichos del Ministro podría haberlos hecho de varias maneras diferentes a las que lo hizo. Podría haberlos filtrado a la prensa por funcionarios de segundas y terceras líneas, en una entrevista a algún medio periodístico o hasta incluso en una charla informal con los periodistas que lo persiguen a diario por su rutinario camino. Pero las intenciones no fueron solo transmitir esta información sino que tuvo un fin de mucho mayor valor: apostar a las expectativas de corto y mediano plazo. Cualquier persona que se dedique seriamente a la economía y sus vericuetos sabe que gran parte de su andar se da gracias a las expectativas que se tienen sobre ella. Proyectado niveles de inflaciones factibles (ya sabremos si reales o no), arreglo con los acreedores en default, recortes del déficit y un perfil de claro corrector de viejas políticas económicas hacen que en lo inmediato expectativas jueguen, al menos por ahora, a favor.


El autor es Contador Público. Especialista en economía y finanzas. En Twitter: @madorni