:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/5HT3OHTC5RDIDJGNRZBWZFFX3A 420w)
Un nuevo accionar de Pyongyang eleva la situación de las dos Coreas en un clima de extrema tensión.
Luego del anuncio de la prueba "exitosa", según el régimen del dictador Kim Jong-un, de una bomba de hidrógeno, la posibilidad de un nuevo conflicto militar entre el Sur y el Norte comenzó a crecer.
Seúl, tras la supuesta explosión atómica, encendió los parlantes que se encuentran en la frontera en los que se mezclan canciones de pop surcoreanas y mensajes políticos.
:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/T6VVYZPIYRFDZI5A55J6YEJSPA 420w)
Como respuesta, Pyongyang dijo que esas acciones los empujaban "al borde de una guerra", y difundió el lanzamiento de un nuevo misil, en este caso desde un submarino.
Además, Corea del Norte también había puesto en funcionamiento sus propios parlantes con programas de propaganda.
Ahora el régimen de Kim Jong-un también utilizó globos de helio con panfletos para llegar al Sur.
El ministerio surcoreano de Defensa indicó el lunes que las autoridades norcoreanas enviaban diariamente los escritos, que en total alcanzarían casi el millón de unidades en una semana.
LEA MÁS:
La mayoría se hallaron cerca de la frontera, en la provincia de Gyeonggi, pero algunas llegaron hasta Seúl.
Según indicaron, Corea del Norte dota a sus globos de helio con minuteros para controlar su explosión y el momento en el que dejarán caer su carga de panfletos.
Un paquete de unas 10.000 octavillas, cuyo globo no llegó a explotar, se estrelló la semana pasada contra un vehículo.