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Tras su fuga del penal El Altiplano en julio de 2015, el capo narco Joaquín "El Chapo" Guzmán optó por ocultarse en zonas que dominaba, ahí donde tenía halcones y sicarios que lo cuidaban de los operativos de las Fuerzas Armadas de México.
Enclavado en la Sierra Madre Occidental, el denominado Triángulo Dorado fue su guarida, con esa cadena montañosa que sirvió de protección y dificultó al grupo de élite de la Secretaría de Marina de México irrumpir con facilidad, ya que el sonido de los helicópteros lo alertaba y le daba ventaja al jefe del Cártel de Sinaloa.
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Aunque pasaba los días de manera precaria, el narco de 58 años vestía "a la moda" y cuidaba su imagen, sobre todo si tenía visitas. A una de las casas donde se ocultaba, en la zona que separa Durango y Sinaloa, lograron llegar las tropas, pero Guzmán ya había escapado.
En un video que obtuvo el diario mexicano El Universal, sobre la operación que se realizó para capturarlo el 6 de octubre en la comunidad de Las Piedrosas, se observa cómo, en la guarida a la que ingresaron los marinos, "El Chapo" podía estar sin lujos, pero manteniendo las apariencias.
En su especie de clóset, tenía una docena de camisas de distintos colores, todas de la misma marca: Barabas. Así quería sorprender a la actriz Kate del Castillo y al estadounidense Sean Penn, con quienes se reunió cuatro días antes para conceder una entrevista y planear el proyecto de su película autobiográfica.
A pesar de la precariedad a su alrededor, las camisas de USD 100 en azul y rojo estaban planchadas y colgadas. Y en el mismo cuarto donde había dos camas matrimoniales, sus custodios también dejaron maletas con sus pertenencias, artículos de aseo personal del capo y hasta sus sandalias de plástico.