"Déjenme ser claro: el uso de la hambruna como arma de guerra es un crimen de guerra", dijo Ban Ki-moon a los periodistas.
La ONU y las potencias occidentales criticaron con dureza el asedio de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad en esa localidad, donde más de 20 personas murieron de hambre, según organizaciones humanitarias.
La dictadura de Damasco y el grupo terrorista Hezbollah mantienen sitiada Madaya, en la frontera con el Líbano, hace más de 180 días. No hay alimentos. Desesperados, los pobladores comen hojas de árboles, gatos y perros.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 23 personas han fallecido en este período por la desnutrición o la explosión de minas plantadas en Madaya y sus alrededores, o por disparos de francotiradores cuando intentaban conseguir comida o recolectar cualquier alimento en los campos.
En la localidad de 40.000 habitantes, hay 1.200 enfermos crónicos, además de 300 menores que sufren desnutrición y otras enfermedades debido a la gran escasez de alimentos, agua y medicamentos, por el bloqueo de las tropas de Damasco y sus aliados yihadistas.
La gente se está comiendo las hojas de los árboles y ya han comenzado a sacrificar a perros y gatos, reveló días atrás el activista sirio Nasir Ibrahim desde el interior de Madaya. En una conversación por internet, Ibrahim señaló que los más afortunados compran arroz con el dinero que les mandan sus familiares desde el exterior en los puestos de control gubernamentales.
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Hoy, finalmente seis camiones con el emblema de la Media Luna Roja siria entraron en la ciudad en las últimas horas de la tarde para distribuir la ayuda, constató la AFP. Y decenas de camiones más esperaban en las cercanías de la ciudad, mientras que otros debían entrar en las localidades chiitas de Fuaa y Kafraya, asediadas por los rebeldes.
La ayuda fue organizada por la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja siria.
Los camiones cargados con alimentos y medicamentos habían abandonado el jueves por la mañana Damasco rumbo a Madaya, una ciudad de 40.000 habitantes situada a unos 40 kilómetros al oeste de la capital.