Hambruna en Siria: en un pueblo sitiado por Bashar al Assad comen pasto, gatos y perros

Los 40.000 habitantes de Madaya están atrapados. Sin alimentos, hacen sopa de hojas de árboles y ya sacrificaron a las mascotas. Recién hoy autorizaron la entrada de ayuda. IMÁGENES PERTURBADORAS

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El hambre y la desnutrición son una de las consecuencias más silenciadas de la guerra en Siria. Y la sitiada ciudad de Madaya se ha convertido en un caso emblemático de la crisis. Hoy, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que miles de vidas se encuentran amenazadas por la hambruna.

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El doctor Khaled Mohammed, que trabaja en un hospital de campaña de la ciudad, reveló en diálogo con la agencia de noticias DPA que los habitantes de esa ciudad en manos de los rebeldes comen pasto para mitigar mínimamente el hambre. Además hace algunos días sacrificaron perros y gatos. También falta leche para bebés, reportó el médico. "Hoy falleció un niño de diez años por desnutrición", contó.

Los 40.000 habitantes de Madaya están atrapados. Sin alimentos, hacen sopa de hojas de árboles y ya sacrificaron a las mascotas. Recién hoy autorizaron la entrada de ayuda. IMÁGENES PERTURBADORAS

Según indicaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Madaya se encuentra sitiada desde hace más de 170 días por las tropas del régimen y la milicia terrorista libanesa chiita Hezbollah.

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Los últimos suministros humanitarios, incluyendo raciones de comida, llegaron a Madaya a mediados de octubre, tras un acuerdo local de la oposición y el Gobierno, según el PMA. "Estamos profundamente preocupados por la situación humanitaria reportada en la localidad de Madaya, que ha estado bajo sitio por muchos meses con miles de vidas bajo amenaza", explicó Bettina Luescher, portavoz de PMA. Y recién hoy, el régimen otorgó permiso a Naciones Unidas para entregar ayuda humanitaria .


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"Hay césped. Quedan algunos pimientos, que mezclamos con sal", cuenta Alí Ibrahim, activista opositor. "Cuando conseguimos arroz, lo hervimos al máximo para inflar los granos. Las hojas de morera son un manjar". No tanto las hojas de olivo: "Recientemente una familia se intoxicó comiéndolas". "Es un lujo poder comer cada tres o cinco días", agrega casi con resignación.

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Una vasta campaña se desarrolló a través de las redes sociales internautas a favor del envío de ayuda alimentaria. El conflicto que devasta Siria desde marzo de 2011 ha provocado más de 260.000 muertos y millones de desplazados.