Investigan si participaron al menos tres vehículos en la fuga de General Alvear

La Justicia avanza en una pista que comprobaría que los tres reclusos contarían con un grado de complicidad importante de familiares y allegados. Piden colaboración a los fiscales del triple crimen

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Mientras intentan dar con el paradero de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y de Victor Schillaci y aguardan por novedades de peso en las próximas horas, los investigadores empiezan a atar cabos en relación a la logística y a los protagonistas de la triple fuga del penal de General Alvear. La Justicia avanza en una pista que comprobaría que los tres reclusos contarían con un grado de complicidad importante de familiares y allegados: la madrugada de la fuga habrían participado al menos tres vehículos en torno a la cárcel de máxima seguridad de General Alvear.

Así lo confiaron a Infobae fuentes de la investigación, que apuntan a tres vehículos: la Toyota Hilux y la Ford Ranger que ya fueron identificadas por los investigadores, y un tercer rodado que sería un automóvil blanco. La Hilux es similar a la que la Policía incautó en los primeros allanamientos en la casa del hermano de Schillaci. La Ranger apareció quemada en las primeras horas del año en la localidad bonaerense de Bosques: había sido robada en septiembre del 2014 y su patente adulterada. Hasta ahora se sospechaba que de la huida había participado un solo vehículo.

En tanto, las autoridades policiales, políticas y judiciales avanzan en la reconstrucción de los protagonistas de la escandalosa fuga, ocurrida en la madrugada del último domingo del año pasado. Los investigadores tienen en la mira a cuatro policías bonaerenses, uno de ellos de alto rango, que colaboraron con los prófugos a través de comunicaciones con allegados a ellos. Así lo comprueban las múltiples escuchas que forman parte de la investigación.

Además, los investigadores se sorprendieron por los hallazgos en los diversos allanamientos llevados a cabo hasta el momento: decenas de teléfonos celulares, dinero en efectivo, drogas y armas. Están convencidos de que mientras los familiares imploran la entrega de los fugados por televisión, colaboran por debajo en la logística a la que hasta ahora apelaron los prófugos para evadir a la Policía.

Por otra parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, pidió esta tarde a la procuradora María del Carmen Falbo el auxilio de Juan Ignacio Bidone y Marcela Falabella, los fiscales de Mercedes que investigaron y enjuiciaron a los hermanos Lanatta y Schillaci por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

Tanto Bidone como la fiscal del juicio por el triple crimen fueron consultados a diario por los investigadores desde que estalló el caso. Falabella incluso se reunió en los últimos días durante horas en Puente 12, en La Matanza, con Ritondo. Bidone y la fiscal conocen a la perfección el entramado de relaciones de los fugados y a sus allegados.

Ritondo, mientras, analiza en estas horas aumentar la recompensa que pesa sobre Ibar Esteban Pérez Corradi, prófugo desde hace años de la Justicia argentina y norteamericana, sindicado como autor intelectual del triple crimen. Su recompensa, por ahora, es veinte veces inferior a la de los Lanatta y Schillaci.

En los últimos días, la Justicia ordenó el allanamiento y el arresto de algunas personas, como la quinta de Chascomús en la que podrían haber estado refugiados los reclusos, y la detención ayer de una mujer en Ciudad Oculta, en la ciudad de Buenos Aires, a quien le encontraron dosis de paco y otras drogas. Según las fuentes, la mujer también podría haber escondido a los reos: la Policía Metropolitana explicó a los funcionarios judiciales que la principal labor de la sospechada dentro del barrio es la de darles cobijo a individuos que escapan de la Justicia.