Mientras los dirigentes italianos intentan resolver la operación de Jonathan Calleri, en la cual debería ingresar un grupo inversor para resolver la triangulación con el equipo uruguayo, el Inter visitó al Empoli en el compromiso válido por la fecha 18 del Calcio.
A pesar de tener la esperanza de llegar a la cima del campeonato, el equipo de Roberto Mancini vivió momentos complicados durante la primera media hora de juego. Tal es así que de no ser por Samir Handanovic, el encuentro hubiese comenzado con festejo local.
Como la justicia y el fútbol no siempre van de la mano, antes de que finalice la primera etapa Mauro Icardi capitalizó un desborde de Ivan Perisic y convirtió el 1 a 0. Sin dudas, el resultado no reflejaba lo que sucedía en el Stadio Carlo Castellani.
Mientras los dirigentes italianos intentan resolver la operación de Jonathan Calleri, en la cual debería ingresar un grupo inversor para resolver la triangulación con el equipo uruguayo, el Inter visitó al Empoli en el compromiso válido por la fecha 18 del Calcio.
A pesar de tener la esperanza de llegar a la cima del campeonato, el equipo de Roberto Mancini vivió momentos complicados durante la primera media hora de juego. Tal es así que de no ser por Samir Handanovic, el encuentro hubiese comenzado con festejo local.
Como la justicia y el fútbol no siempre van de la mano, antes de que finalice la primera etapa Mauro Icardi capitalizó un desborde de Ivan Perisic y convirtió el 1 a 0. Sin dudas, el resultado no reflejaba lo que sucedía en el Stadio Carlo Castellani.
En el complemento no se modificó la esencia del pleito. Una asistencia profunda de Manuel Pucciarelli hacia Massimo Maccarone mereció derivar en el empate, pero una vez más el arquero mantuvo su invicto. Los de Marco Giampaolo se mostraban claramente superiores, pero la solvencia del esloveno atentó contra sus intenciones.
A pesar de llegar a la punta del torneo, la pobre producción demostrada dejó un manto de dudas en el elenco de Mancini. Cuando la propuesta es mezquina, temerosa y sórdida el espectáculo se desluce; y las posibilidades de ganar se reducen. En la noche italiana eso no sucedió y por ese motivo el Inter se transformó en el único líder del Calcio.
Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com
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