Detalles desconocidos de una persecución vergonzosa

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Es tanta la confusión en la búsqueda de los prófugos de General Alvear, que el tiroteo de anoche en el Parque Pereyra Iraola fue entre Policía y Gendarmería. Puro fuego amigo. Los prófugos pasaron indemnes por esa zona donde levantaron un nuevo auto del que no se da la descripción para a no entorpecer la tarea de búsqueda.


Cabe aclarar que los hermanos Lanatta y Schillaci siguen juntos y que las escuchas que se recolectaron son comprometedoras para un amplio espectro de funcionarios políticos y de seguridad.


Los tres convictos son portadores de secretos demasiado comprometedores. Por eso se teme que los maten. Las fuerzas federales tienen orden de atraparlos vivos en lo posible. De las fuerzas provinciales no se tiene tanta certeza.


Las fuerzas de seguridad centran la zona de búsqueda cerca del parque Pereyra Iraola.


Aunque parezca una ironía, el mejor armamento está del lado de los delincuentes, que se llevaron del penal de General Alvear fusiles con posta de guerra. Las fuerzas de seguridad, por disposición del ex ministro de Seguridad Alejandro Granados, portan Itakas con postas de goma y se les sacaron las ametralladoras Uzi.


No se entiende como en esta circunstancia no les devolvieron la facultad de armarse mejor que les permitiría ir a un enfrentamiento en condiciones más favorables para resguardar su vida. La policía que está en la zona va equipada con pistolas Browning y Bersa 9 milímetros. Las Itaka con postas de goma, en esta situación, son inútiles.


El armamento específico y adecuado lo tiene en este momento el Grupo Halcón y el Grupo de Apoyo Departamental (GAD). Ambos son equipos de asalto pero con un número limitado de agentes.


La esperanza de hallarlos en corto plazo no desaparece. Aseguran que el cerco se está estrechando sobre los tres delincuentes que sobrellevan un fuerte agotamiento por las horas de mal dormir, por las drogas y por la tensión de los últimos días.