El DJ Lucio Álvarez Lastra fue acusado por traficar éxtasis

Una mujer que aseguró ser atacada ratificó ante funcionarios judiciales que Álvarez Lastra no sólo intentó violarla, sino que también quiso forzarla a consumir drogas sintéticas.

Así, se inició una investigación que terminó este mes. En la Fiscalía 6 de Comodoro Py, cuyo titular es Federico Delgado, no quedan dudas: acusaron al DJ por traficar éxtasis.

Figura popular en locales nocturnos como Jet, Rumi y Asia de Cuba, Álvarez Lastra, seguramente, jamás imaginó que la madrugada del 9 de octubre de 2014 sería la peor de su vida.

La prueba fundamental de esta nueva acusación fue el testimonio de una persona cercana al DJ y fotógrafo que, ante la citación judicial, no dudó en aportar datos clave.

"En la noche, se sabe que Álvarez Lastra tiene éxtasis y cocaína para vender", aseguró un testigo

El testigo solía trabajar con Álvarez Lastra, aseguró conocerlo "hace años" y tener amigos en común. En su declaración fue contundente: "No resulta raro que Lucio tuviera droga encima. En la noche, se sabe que, si querés éxtasis y cocaína, tiene para vender".

"Vendía droga a los amigos y a los conocidos. Si necesitabas una pastilla, había que preguntarle a Lucio, era lo típico. Era la referencia dentro del ambiente para conseguir éxtasis", aseguró.

Agentes de inteligencia de la Policía Federal siguieron a Lastra durante algunos días luego del escándalo, cuando se encontraba alejado de los boliches donde supo montar sus espectáculos musicales. No pudieron encontrarlo en situaciones de venta o compra de drogas.

El DJ reconoció "consumir éxtasis de modo experimental"

Otra de las pruebas que los investigadores consideraron valiosas la aportó el mismo DJ: el informe elaborado por el Cuerpo Médico Forense rescata declaraciones de Álvarez Lastra, donde manifiesta "que consume drogas de modo experimental, particularmente éxtasis".

Por último, el testimonio de la joven que lo denunció por abuso sexual, adelantado en agosto por Infobae, termina de cerrar el círculo de la evidencia. Los médicos que la atendieron después del presunto ataque sexual ratificaron que la mujer, ya conocida por Lastra, no presentaba "en su procesamiento psíquico propensión a la sobrecarga imaginaria patológica (fabulación)".

En su declaración, ella afirmó: "Supuse que estaba drogado porque se lo veía muy eufórico, insistía para que tomara una pastilla de éxtasis, que me mostró, y después decía que nos fuéramos a un 'after'. Siempre le dije que no. Con cada actitud de él, tenía más miedo, y me daba cuenta de que no estaba en sus cabales. Volvió a ponerse pesado y me decía que tenía cuatro pastillas de éxtasis en el auto, como para provocarme admiración".