El director de la Conmebol entró a la sede, eliminó evidencias y se llevó USD 525 mil

Gorka Villar, director general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), entró hace alrededor de 15 días al edificio central del organismo en Paraguay durante la madrugada para destruir evidencias que lo vinculan con el escándalo en la FIFA.

El dirigente español, hijo de Ángel María Villar, uno de los vicepresidentes de la FIFA, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y reemplazante de Michel Platini en la UEFA, ingresó en la sede junto a otros tres funcionarios administrativos "en actitud sumamente sospechosa", según publicó el diario paraguayo ABC Color.

El periódico, que por pedido de las fuentes las mantuvo en anonimato, revela que antes de salir del lugar, el directivo intimidó al jefe de seguridad: "Estoy seguro de que usted no vio absolutamente nada el día de hoy".

Una semana después de lo ocurrido, todo el personal de limpieza y de seguridad fue removido de su cargo, a pesar de que algunos empleados tenían más de 10 años de antigüedad.

"Es más que evidente que Villar y su equipo estaban realizando una limpieza de evidencias de las numerosas y graves irregularidades que están siendo investigadas tanto por el FBI y la Justicia de los Estados Unidos como por la Justicia de Uruguay", afirma ABC Color.

Además, en su última declaración, Eugenio Figueredo, detenido en Montevideo, acusó al dirigente español de extorsión a los clubes charrúas y la Justicia uruguaya notificó que deberá "comparecer ante esta sede en el plazo de 10 días".

Luego del repudiable suceso, corrió por dependencias administrativas una factura a nombre de Gorka Villar, mano derecha de Juan Ángel Napout, por USD 525.000 en concepto de supuestos "servicios prestados" y se presume que el español formó parte del grupo de abogados que asesoró de manera irregular a Figueredo cuando éste fue detenido en Zúrich el 27 de mayo.

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Aquel "asesoramiento" fue pagado por la misma Conmebol, en una operación aún inexplicable, ya que la confederación financió la defensa de quien había estafado al propio organismo, y los abogados que intervinieron recibieron un pago de USD 720 por hora.