Schillaci y los hermanos Lanatta usaron un arma de madera para fugarse

Infobae supo que los internos usaron una réplica de una pistola 9 milímetros que lograron hacer ingresar a la Unidad Penal 30 de General Alvear. Con eso engañaron y tomaron de rehenes a tres guardias y obligaron a otro a entregarles su arma reglamentaria

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Son varias las versiones que corren sobre cómo lograron escapar ayer Víctor Schillaci y los hermanos Lanatta de la Unidad Penal 30 de General Alvear donde cumplían prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, aquel que esconde el negocio del tráfico de la efedrina. Desde un primer momento, los medios locales aseguraron que el arma que utilizaron los internos para reducir a tres de los guardiacárceles y usarlos como escudos humanos, era una réplica de madera de una pistola 9 milímetros. Mientras las autoridades del lugar intentan escaparle al ridículo y aseguran que portaban otra verídica, los mismos guardias lo desmintieron al declarar que se trató de una pistola de juguete.

La misma fue hallada por personal policial sobre una de las butacas del Fiat 128 (patente UVH 333) que los prisioneros le robaron a uno de los empleados del SPB para salir del penal y que luego abandonaron para subirse a una camioneta Toyota Doble Cabina negra que los estaba esperando y que fue captada por las cámaras de seguridad en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, en la salida hacia la Ruta Nacional 205. El fiscal Cristian Citterio confirmó que el arma que usaron para reducir a los guardias y atravesar las seis puertas de la Unidad Penal 30 era de juguete.

Infobae constató que los internos adquirieron un arma reglamentaria que le quitaron a un empleado del Penal en la última garita de seguridad a la salida de la cárcel. También comprobó este medio que conseguir algunas réplicas de armas en internet no es tarea difícil. Muchos portales populares de venta online ofrecen modelos que lucen reales a los ojos de un desentendido. Ahora, ¿un guardia debería notar la diferencia? ¿Cómo ingresó el producto al penal? ¿Nadie revisó a los internos antes del supuesto control médico en el que efectuaron el ataque? Son algunas de las preguntas que también se hacen las autoridades e investigadores del caso. Los precios de las armas de juguete son muy dispares y varían según el modelo: van desde $500 a $10 mil.

"El penal de General Alvear es uno de los de máxima seguridad que tiene la Provincia. Puede ser cierto que, como en estas fechas de fin de año se refuerza mucho la seguridad durante el día –más que nada por un tema de mayor cantidad de visitas de familiares-, queden más desprotegidos durante las noches. Y no hay duda de que los prófugos conocían eso perfectamente", contó a Clarín uno de los investigadores del caso. Infobae adelantó ayer que en las celdas de los prisioneros –condenados a perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón- había tres celulares que tampoco supieron explicar cómo entraron a la unidad de máxima seguridad.

Por tal motivo, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, no descartó que las fugas hayan sido un golpe del Servicio Penitenciario a la gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal. Al ser consultado en radio La Red sobre si el hecho podía interpretarse políticamente como un acto de desestabilización contra la mandataria bonaerense, el funcionario respondió: "Eso se acabó cuando Vidal decidió relevar a toda la cúpula del SPB; cada uno lo puede interpretar como quiere, nosotros tenemos la obligación de que (los prófugos) cumplan hasta el último día" la sentencia de cárcel que recibieron en 2013.

Los hermanos Lanatta, y Schillaci estaban –hasta ayer– presos en el sector de Sanidad desde que Martín Lanatta le confesó al periodista Jorge Lanata que "La Morsa" (quien respaldaba políticamente el tráfico de efedrina) era el ex jefe de gabinete Aníbal Fernández. Desde ese momento, los tres condenados quedaron aislados del resto de los presos en una especie de gesto compensatorio. Que los celulares y el arma de juguete hayan zafado de los controles es dudoso y llamativo. De alguna manera, desnuda irregularidades del SPB cuya cúpula fue removida por Vidal y está siendo investigada por la Justicia. Además, no era la primera vez que los internos intentaban fugarse: en 2013 limaron los barrotes de la ventana de una celda de la cárcel de Sierra Chica, pero fueron descubiertos.

A los prófugos los buscan la Policía de la Provincia, fuerzas federales y la Agencia Federal de Inteligencia (ex SIDE). Los operativos están concentrados en la localidad de Quilmes y en el sur del Conurbano, donde ya fue detenido un sospechoso. Como recompensa ofrecen dos millones de pesos.

La causa de la fuga de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez es investigada por el fiscal Citterio de la fiscalía 20 y por el Juzgado de Garantías 3 de Azul, a cargo del juez Federico Barbenera. En tanto, desde la Provincia dijeron que dispusieron efectivos para custodiar a los familiares de las víctimas del triple crimen. La medida contempla además un patrullero de custodia para Miguel Ángel Pierri, abogado de Ferrón durante el juicio.