Silvia Fernández Barrio: "El kirchnerismo hizo una caza de brujas, pero estaría mal hacer otra ahora"

La reconocida periodista, que volvió con fuerza a la pantalla tras varios años alejada de los medios, habló con Infobae sobre las primeras medidas del nuevo Gobierno, el final de 678 e hizo un balance de la presidencia de Cristina Kirchner

Compartir
Compartir articulo

— ¿Para vos este año fue difícil en lo personal? ¿Te sentiste en algún momento presionada por tu posición política?

— Siempre tenés unos que están a favor y otros que están en contra. Trabajar en Intratables te presiona; de pronto te ves mucho más expuesta como me pasó en estos últimos días con el enfrentamiento con (Diego) Brancatelli, ahora con lo de Moria, que empiezan a hablar también. Hay días que estás: "Hagan lo que quieran que a mí me da lo mismo", y hay otros en que estás un poco más sentimental y entonces a lo mejor las cosas te llegan un poco más.

— Presiones políticas no recibiste.

— No, no me acuerdo haber recibido nunca en mi vida presiones políticas. Me cuesta entrar en esto que es Intratables donde lo político es lo que más pesa. En general mi comentario tiene que ver con la visión que puede tener el ciudadano más que la periodista misma. El ciudadano siempre tendría que ser el más importante, pero hoy va a jugar un rol importantísimo en el cambio que queramos hacer de nuestro país, que no sé si estamos tan preparados como ciudadanos para hacerlo. Creo que alguna vez el ciudadano argentino va a tener que tomar un poco más las riendas de su país.

"Tenemos que volver a aprender a dejar afuera los fanatismos"

— ¿Te parece que puede pasar?

—No lo sé, pero creo que estamos en un punto muy importante. Nos pasó algo que nunca nos había pasado, estamos muy divididos. Estamos muy en una y otra vereda. Eso hay que cerrarlo. Tenemos que volver a aprender a dejar afuera los fanatismos, los amores profundos por la política. Los ciudadanos tienen que transitar la política de una forma más normal, más tranquila en el diario vivir, en el diario relacionarse con el resto de las personas. Hay una herida abierta y esa herida tenemos que cerrarla, porque es muy importante.

— ¿Cómo ves los pocos días de gestión del nuevo gobierno? ¿Hay voluntad de amigarse en la gente?

— Yo creo que en aquellos que no eran kirchneristas hay voluntad. En los que eran kirchneristas acérrimos, profundos, ortodoxos, llamémoslos así, no tanto. De hecho lo ves; hubo una marcha el otro día con muchísima gente, hubo otra marcha de Kicillof el fin de semana. Por supuesto pueden juntar muchísima gente porque Cristina acaba de irse, el amor profundo sigue estando. No han abierto sus cabezas como para decir bueno, a ver, veamos qué se viene. Me acuerdo una vez Brancatelli diciendo que lo que se venía era el abismo, porque el miedo jugó para todos, como diciendo si no estamos nosotros esto es el abismo. Yo le decía: ¿A vos no se te ocurre pensar que el que venga puede llegar a ser mejor? Merecemos todos darnos una oportunidad mejor.

— El nuevo gobierno, ¿es responsable o culpable de todos los problemas que tiene la Argentina hoy? Por ejemplo Kicillof cuestiona la salida del cepo sin un mínimo de autocrítica habiendo sido el ministro de Economía hasta hace pocos días.

— Decían que si se quitaba el cepo sería tremendo, que la devaluación, que los precios... es verdad ¿Qué hubiera pasado si hubiese seguido el kirchnerismo? No lo sabemos. ¿Cuánto tiempo hubiesen aguantado las arcas de la Argentina con el gobierno o el programa económico que teníamos? No creo que demasiado. Porque en general lo que uno habla con un montón de economistas, incluso kirchneristas, es que ellos se enamoraron igual que en un momento nos enamoramos del 1 a 1. Ese tipo de programas, se pueden aplicar en un momento de una emergencia, pero no lo podés continuar porque entonces estás edificando sobre arena. Acá nos pasó lo mismo. En un momento tuvimos un montón de dinero en la Argentina, gracias a un contexto internacional maravilloso; entonces empezaron con este programa de subsidios permanentes y con este gasto astronómico ¿Y al final cuánto quedó en el Banco Central?

—¿El kirchnerismo, quiere que le vaya bien a este Gobierno porque nos va a bien a todos o prefiere poder decir: "yo te avisé"?

— Ese "yo te avisé" es muy peligroso. Cuando vos como dirigente, como economista, como persona, como líder de opinión decís "yo te avisé" no está bueno. Está bueno discutir y ver qué es lo mejor y a partir de allí buscar un camino. Pero de verdad el "yo te avisé" no está bueno.

— ¿Trabajaste siempre con libertad?

— Sí, siempre trabajé con libertad, en cualquier época. Muchos dicen: "Ustedes trabajaron en la dictadura". No sé por qué me queda a mí el mote cuando todos los que tienen mi edad estaban trabajando también en esa época. Tuve dos momentos en los que me acuerdo perfectamente que me dijeron "decí tal cosa de tal cosa" y venía una nota. Era una cama a un muy alto empresario y una muy importante editorial y eso casi me cuesta un juicio penal. Y después fue otro muy tonto; en Canal 9 estaba el campeonato del mundo de motociclismo y la pista no estaba limpia y me dijeron que dijese que la pista estaba limpia y eso es muy peligroso en una carrera de motos.

— Mencionaste los cuestionamientos por haber trabajado durante la dictadura. ¿Te molestan o te dan lo mismo?

— Me molestan porque pasaron cosas muy graves en la época de la dictadura, cosas que de verdad no sabíamos, que si hubiéramos sabido creo que todo el mundo, todo el país hubiera sido diferente. Todos nos hubiéramos levantado probablemente de una manera diferente. No sé, también eran épocas muy duras. Yo no viví en la Argentina entre el 75 y el 78; empezaron a conocerse un montón de cosas después. Nos criticaban porque decían que que éramos un noticiero que no hablaba. En realidad no éramos un noticiero, éramos una especie de magazine igual que Mónica presenta, competíamos con Mónica. Entonces te duele por esas cosas que pasaron. Uno no tiene absolutamente nada que ver ni yo, ni Mónica Gutiérrez, ni Mónica Cahen D´Anvers, ni Mascetti, ni nadie. Pero bueno, sí, te joroba.

— ¿En qué momento entendiste lo que pasaba?

— Mucho más adelante. Creo que entendimos en su real magnitud con Raúl Alfonsín. El otro día, cuando fui a ver El clan, me hizo muy mal ver la película. Fue como ponerte en una pantalla gigante no tanto el tema de los secuestros sino de dónde venía él, de qué ámbito venía Puccio y de lo que pasaba. Me pegó fuerte esa parte de El clan, me pegó fuertísimo.

"Hay que cerrar la grieta; no va a ser nada fácil porque hay que luchar con el querer vengarse"

— Hay un textual tuyo de una nota...

— ¿Será textual?

— Vos me dirás si lo dijiste o no, es lo siguiente: "Una cosa es saber la verdad y otra es una caza de brujas. Yo tengo la sensación que hay una caza de brujas desde hace tiempo."

—Mi sensación es que el kirchnerismo ha hecho una caza de brujas, ha ido a buscar todo lo peor que cada uno de nosotros ha tenido en su vida. Lo ha hecho y yo lo he dicho. Ayer estaba mirando el documental que sacó Canal 13 y había partes realmente durísimas sobre la época K que ya ni me acordaba; la parte del escrache a los periodistas fue tremendo. Probablemente me haya referido a la caza de brujas en ese momento. De la misma manera que creo que estaría mal hacer una caza de brujas ahora. Cuando a mí me sacaban el tema de la dictadura, yo dije "me va a dar mucha pena cuando a los periodistas que hoy están en Canal 7 les hagan lo mismo". Porque creo que se viene una especie de venganza. De hecho hoy está saliendo de Canal 7 un montón de información de una especie de mani pulite y creo que no va a estar bueno. Tenemos que cerrar esa grieta, es un trabajo de todos que no va a ser nada fácil; porque tenes que luchar con vos misma, con el hecho de que te hayan dañado a vos y no querer que al otro le pase lo mismo. No querer vengarte ni un poquito así.

"Para mí 678 no es un programa de televisión"

— ¿Qué opinás del final de 678?

— Le corren las generales de la ley: no tenés rating, fuiste. Alguien te puede decir: no, porque está en Canal 7. A ver, no es un programa cultural; para mí no es un programa de televisión, fue un programa hecho para denostar, para lastimar, para escrachar. Ese tipo de programas ¿los queremos en el cambio que buscamos hoy en Argentina?

—¿Qué te genera ver cómo algunas pantallas o algunos colegas que eran absolutamente críticos de Macri van suavizando el discurso?

El panquecazo que vi en ésta época yo no lo vi nunca. Los panquecazos. Por ejemplo a Martín Losteau no le podés decir "vos sos un panqueque" porque tiene que ver más con ver cómo trabajamos entre todos. Una cosa es ver cómo te ayudo, cómo podes ver a un Scioli reuniéndose con Macri y ver de qué manera pueden entretejer esta realidad que no está nada fácil, sobre todo con la oposición, pero otra cosa es ver panquecazos gigantescos. No los voy a decir...

— ¿Te referís a políticos o a periodistas?

—En los periodistas me da vergüenza. Sobre todo me da vergüenza en lo que hicieron, porque el periodista no hace eso. Perdiste tu esencia, tus principios, tu ética, tu moral, perdiste todo.

— ¿Puede Canal 7ser un canal público y no un canal partidario?

—Es una tentación Canal 7, es como el sueño del pibe, decir tengo un canal, le voy a poner todo lo que yo quiero. O decir, sos director técnico de la selección, voy a hacer la selección que yo quiero. No sé qué les pasa, cuando llegan es como que... Ahora, yo trabajé en la época de Menen y jamás tuve un problema ni era el reino de la Bamboya de Menem. Te diría que se hacía más en otros canales que en Canal 7. Y tampoco en la época de De la Rúa. Lo que vimos en el último gobierno no lo vimos jamás. Teóricamente este gobierno tiene que cambiar muchas cosas y va a tener que cumplir con las expectativas que tenemos los ciudadanos hacia ellos.

— Cuando empezamos a hablar, aludiste a días bravos también por lo de Moria. ¿Te recordaron el episodio de Salta?

— Claro. Recordaron Salta. Rial está dando manija, y no sé qué tiene que ver lo de Moria con lo mío. Por lo único que tiene que ver es porque hubo policías, pero por el resto yo nunca estuve presa, entré, hice una conferencia. Esa es también una pregunta que nos tenemos que hacer todos: ¿qué clase de periodismo tenemos y queremos?

— Contaste en Intratables que consumiste distintas sustancias. ¿Fue un consumo social?

— Fue un consumo tipo "pruebo". Un poco era la moda. Sí, un consumo social.

— ¿No llegó a ser un problema severo para vos?

— No, para nada, y si lo hubiera sido creo que enseguida hubiese ido al médico. Absolutamente enseguida.

—¿Qué opinión tenés sobre una posible despenalización del consumo de marihuana?

— Muchos años pensé que lo mejor era la despenalización para terminar con los carteles, para terminar con esta locura. Pero ¿sabes qué?, no sé si la Argentina está capacitada para despenalizar la droga. Tenés que tener la espalda muy ancha. Tenés que estar muy armado. Y la Argentina no lo está. Después ya te vas a la cocaína, la metanfetamina, a todas las otras drogas químicas... ¿van a legalizar eso? Hay que tener muy claro qué es lo que se quiere y cuál es el objetivo.

— ¿A quién te faltó entrevistar?

— Al Sha de Irán, a Indira Ghandi, a Moshé Dayan, a Golda Meir... un montón me faltaron.

— Si pudieras hacerle hoy una pregunta a Cristina ¿cuál sería?

— ¿Por qué? ¿Por qué hiciste todo esto? Qué la movió. Cristina era una política a la que admiraba mucho, que me parecía súper... Pero siempre digo, cuando uno reconoce las capacidades, la inteligencia de muchas personas, hay que ver qué terminaron haciendo con esa capacidad y esa inteligencia. Porque si no, puedo ir a Hitler y decir sí, mirá, Hitler también era súper inteligente, mirá todo lo que logró hacer. ¡Epa!

—Te van a matar por la comparación...

— No estoy comparándola, quiero decir que hay que tener mucho cuidado cuando uno, de lo único que está hablando, es de la inteligencia y de la capacidad. Tiene que ver cuál fue el resultado de esa inteligencia o esa capacidad.

"Estamos frente al gobierno más corrupto de la historia"

— ¿Cómo la va a recordar la historia?

— Sabrá Dios. Siempre he querido un presidente que pasara a la historia, que cuando uno leyera los libros de historia en el colegio dijeran "este presidente fue excelente, la gente estaba orgullosa de este presidente". Y para mí estamos frente al gobierno más corrupto de la historia; de lo que yo conozco por lo menos. Y mira que con Menem hubo mucha corrupción, pero mucha. El otro día alguien me dijo que en la época de Menen como todo estaba privatizado fue más difícil. Ahora estaba todo estatizado, entonces es mucho más fácil. Vos podes hacer el verso de todos los días: que la Asignación Universal por Hijo, que la juventud empezó a participar y antes no participaba. Si querés me lleno la boca pero la verdad de la milanesa es que yo me estoy acordando de todas las cosas que no están bien. No me acuerdo de cosas que están bien.

— En estos años de Intratables, tus hijos, tu pareja, ¿te pidieron en algún momento "no te peleés"?

— Todos los días.

— ¿Qué edades tienen tus hijos?

— 30 y 29. Mi pareja es súper relajada, "no, pero, Silvita, te parece" y tiene un tono como suave pero pone el punto exactamente donde tiene que ir y te hace pensar muy bien. Tengo un hijo con el que siempre me tengo que enfrentar porque todo lo que yo hago está mal. Desde que nació creo que es la voz de la conciencia. "Mamá, mamá, no sería mejor tal cosa". El otro me dice: "Mamá, está todo bien. Lo que a vos te haga feliz está todo bien".

— ¿Kirchnerista ninguno?

— No. Uno lo fue un poco, ahora ya no. Fue evolucionando. Es decir, fue viendo cómo era la realidad. Y mamá se muere de risa. Mi mamá la tiene tan clara, además son tantos años.

— Veo notas a veces que dicen que Intratables te reivindicó ¿Lo sentís así?

— Yo por ahí me quedo sorprendida cuando me dicen "la reivindicó" ¿De qué me tenían que reivindicar? ¿Yo me tengo que reivindicar de algo? O como la otra vez que alguien me dijo "nosotros te rescatamos" era la palabra. Y yo lo miré y le dije: "¿De qué?"

— Algún productor, algún gerente de programación...

— Claro. Irme de los medios, salirme, no era la primera vez que lo hacía; lo hice cuando me fui a vivir a Rosario, lo hice cuando me fui a vivir a Salta; y ahí sí, ahí vino el cimbronazo. Pero cuando, volví Romay me ofreció hacer uno de los típicos realities que se hacen ahora y yo le dije "no me gusta". Eran divorciados que íbamos a unir. Dije "no, esto no es para mí".

— No tenés una adicción a la televisión.

— No. ¿Entonces qué hice? Me fui a trabajar en un momento con una amiga que hacía radio en Rosario. Tenía una empresa, yo era su directora de relaciones institucionales. Después armé la asociación para enfermos de psoriasis; un trabajo del cual estoy muy orgullosa. Entonces, la verdad, a ver, ¿de dónde me rescataron? Yo por suerte tengo esta capacidad de camaleón que puedo tener mucha o poca plata, me puedo acomodar a las circunstancias. Mañana tengo un nuevo desafío y soy como un cañón que va para adelante.

Agradecimiento: ?Romina Sala, Peinado y Maquillaje. TW: @RSimagensocial