Las mejores atajadas de Marcelo Barovero en el Mundial de Clubes

"Trapito" se destacó en River tanto en la semi ante Sanfrecce, cuando apareció en momentos de serio riesgo, como en la final ante Barcelona, cuando evitó que ocurriera una goleada mayor. Messi lo felicitó

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"Trapito" se destacó en River tanto en la semi ante Sanfrecce, cuando apareció en momentos de serio riesgo, como en la final ante Barcelona, cuando evitó que ocurriera una goleada mayor. Messi lo felicitó

Con sus escasos 1,80 metros y 70 kilos pocos pensarían a primera vista que están ante un arquero del máximo nivel, pero el capitán de River, Marcelo Barovero, ha dado muestras del temple que lo caracteriza para grabar su nombre entre las figuras del Mundial de Clubes donde aparecen Lionel Messi, Luis Suárez, Neymar, Andrés Iniesta y otros tantos de categoría estelar.

Ayer, en la final ante Barcelona, dio muestras de aquello que ya se había visto el miércoles en semifinales, cuando se interpuso al gol en ocasiones que parecían no tener otro destino. Y como en Japón ya lo ha hecho en tantas otras ocasiones, siendo acaso la más recordada ante Boca cuando le atajó a Emmanuel Gigliotti un penal apenas comenzado el partido de semifinal de Copa Sudamericana 2014 que el equipo Millonario terminaría por conquistar. Su reacción ante semejante momento fue, apenas, levantar el índice de su mano derecha.

Sin un grito ni un gesto de alteración hacia su superada defensa, Barovero encadenó una y otra vez, en ambas instancias, apariciones sobresalientes para evitar primero la ventaja del Sanfrecce Hiroshima y favorecer luego el triunfo y la clasificación de River a la final, y después que el Barcelona, en el encuentro decisivo, goleara aún por mayor diferencia.

"Gracias a Dios me tocó actuar de buena manera y contribuir", relativizó el arquero tras el duelo de semis, mientras que apenas finalizó la participación de River en Japón, soltó tranquilo: "Disfruté mucho de este torneo, me voy tranquilo y feliz de haber estado acá".

Tras el partido con Sanfrecce, Barovero fue el único jugador al que Marcelo Gallardo nombró en la conferencia de prensa: "Sus atajadas fueron fundamentales, es un arquero de un temple enorme, cuando tiene que aparecer aparece".

A Barovero el éxito le llegó acaso más tarde que a la mayoría. Hasta los 23 años jugó en segunda división, en Atlético Rafaela, su club de formación.

Sus buenas actuaciones –fue elegido dos veces mejor arquero del campeonato-, lo llevaron a Huracán, donde jugó un año antes de pasar cinco en Vélez Sarsfield.

En 2012 le llegó la gran oportunidad, participar en la reconstrucción de River tras su traumático paso por la segunda categoría.

"Hace dos años que venimos escalando una montaña, de forma progresiva. Es importante todo esto sobre todo por cómo se ha dado", dijo del grupo de jugadores que ganó cuatro títulos internacionales en un año para los Millonarios.

Arquero de grandes apariciones puntuales cuyo punto débil es el juego aéreo debido a su escasa altura, estuvo en algunas convocatorias de la selección argentina, pero nunca tuvo continuidad en el grupo.

En el polo opuesto del futbolista moderno, Barovero, amante de la vida de campo y de tomar mate, suele deslizar en declaraciones que no es feliz en la gran ciudad.

Finaliza contrato en seis meses con River y podría no renovar para regresar a Atlético Rafaela, alejado del estrés que le provoca Buenos Aires.

"Disfruté mucho este torneo", dijo ayer Trapito cuando todo ya se había definido. Los hinchas de River, claro, ya habían disfrutado de él.