El Gobierno define el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad

Más de 20 mil hombres de las 54 comisarías, Bomberos y grupos especiales como el GEOF serían absorbidos en un nuevo esquema con un nuevo jefe policial y un secretario de Seguridad porteño. Cajas jubilatorias y obra social son el eje de la discusión

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 Charly Díaz Azcué 162
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Eugenio Burzaco, nuevo secretario de Seguridad nacional, sabía que trabajaba sobre terreno complejo. El traspaso de la Superintendencia Metropolitana de la PFA, un universo de más de 20 mil hombres, a la órbita de la Ciudad bajo un sistema de comunicación y una conducción unificada en absorción con la Policía Metropolitana fue uno de los puntos iniciales en el programa del nuevo Gobierno. Burzaco mismo anunció este viernes en Radio Belgrano: "Queremos que el personal policial retenga las cosas que valora: su sentido de pertenencia, su obra social y tener un buen ingreso. Estamos buscando la fórmula de un traspaso no traumático". En sí, el trauma es el problema: el color del uniforme, la multimillonaria caja jubilatoria de la PFA, la obra social del hospital Churruca y qué pasará con los sueldos y los servicios adicionales en custodias de puntos como shoppings y bancos se vuelven puntos calientes de la situación.

En las últimas semanas, los comentarios en la frecuencia baja de la PFA comenzaron a repetirse. Algunos fueron más apocalípticos: "Yo soy federal. Si me cambian, entrego la chapa", dijo un comisario de años. "Ni euforia ni tragedia; mientras laburemos mejor, todo bien", deslizó otro, más mesurado. Un alto jefe en la PFA fue más esperanzado, aunque cauto: "Si se hace prolijamente, es posible". En los últimos días, tanto Burzaco como el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, indicaron que el traspaso es un hecho cada vez más cercano. Por lo pronto, tres voces clave dentro del nuevo Gobierno coincidieron en diálogo con Infobae sobre los aspectos principales de un borrador sobre el proyecto que se convertiría en anuncio en el Boletín Oficial en los próximos días.

Nicolás Stulberg
Nicolás Stulberg

Se prevería el traspaso, solventado por el presupuesto del Ministerio de Seguridad en la calle Gelly y Obes a la órbita de la Ciudad de 20 mil hombres que no solo integran las 54 comisarías en territorio porteño, sino también Bomberos y grupos especiales como GE-1 y GEOF, elementales por ejemplo en allanamientos narco y procedimientos de riesgo en villas de emergencia. Tendrían un nuevo jefe, proveniente de las filas de la PFA, y se habla también de un posible nuevo secretario de Seguridad en el ámbito porteño. "Sería como un pase en comisión", apunta una de las fuentes. En el proyecto, trabajan el Ministerio de Seguridad tanto nacional como porteño y la Comisión de Seguridad de la Legislatura. Los efectivos de la Policía Metropolitana mantendrán su mando. Sin embargo, figuras jerárquicas de la fuerza creada por la administración PRO como el comisario Ricardo Pedace no participan de la letra del proyecto. El nuevo conglomerado, finalmente, tendría como autoridades máximas a Rodríguez Larreta y al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo. Es decir, en el fondo, solo cambian las cabezas.

Lo que todavía no queda claro es si se conformará una nueva fuerza, si Federal y Metropolitana se unificarán en la jurisdicción del nuevo esquema o si retendrán sus colores. Por otra parte, las actuales cabezas jerárquicas de la PFA conciben a la Superintendencia Metropolitana como algo más expansivo, de cara a las actuaciones del GE-1 y GEOF por orden judicial federal en todo el país, por ejemplo en Rosario contra el narcotráfico como en el sur del país contra la trata de personas, además de delegaciones puntuales en San Martín y otros puntos de la provincia de Buenos Aires. Para lo segundo, en su lista de órdenes del día de ayer, Román di Santo, máxima cabeza de la PFA, resolvió crear la "Coordinación para la Gestión Estratégica con la Provincia de Buenos Aires", bajo jefatura directa de la Federal.

Hoy, la PFA tiene cerca de 46 mil efectivos, incluyendo retirados, 300 de ellos con rango de comisario. El término "familia policial" está grabado en su ADN: con los grupos familiares, se cuentan a más de 300 mil personas. Así, la obra social del hospital Churruca y la millonaria caja jubilatoria de la PFA se vuelven beneficios preciados: el proyecto de traspaso no busca tocarlos.

Todavía no hay indicios claros sobre un candidato a nuevo jefe que reemplace al comisario general Román di Santo, si es que lo hubiera. Di Santo, por lo pronto, colaboró estrechamente con el nuevo gobierno de Cambiemos en los operativos de seguridad de la asunción presidencial y la reciente visita a la Catedral porteña. Por sus tareas, Di Santo y la fuerza recibieron una felicitación escrita de Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte.

El jefe de la Policía Federal, el comisario general Román Di Santo, continuará en su cargo Télam 162
El jefe de la Policía Federal, el comisario general Román Di Santo, continuará en su cargo Télam 162

La Policía Metropolitana, en ocho años, acumuló 8 mil efectivos. Pero la PFA creció con fuerza durante la era Berni: aumentó sus filas en un 30 por ciento en los últimos tres años. Lo mismo en equipamiento, con 900 patrulleros Ford blindados, nueve unidades móviles de investigación y nuevos chalecos antibalas, además de todo su aparato pericial. El escenario ante un eventual movimiento de efectivos se vuelve complejo.

Gabriel Iezzi y Víctor Varone son abogados penalistas de empresas especialistas en seguridad ciudadana. Para Iezzi y Varone, de cara a esta situación, teorizan sobre un escenario más conveniente: asignar recursos federales en comisión.

"El término a utilizar no es 'traspaso', sino, precisamente, 'designar en comisión'", dice Iezzi, que propone junto con Varone un nuevo cuerpo, quitando a grupos especiales y al Cuartel Nº1 de Bomberos del esquema: "Así se formaría, llamémosla, la 'Policía Federal Urbana', que mantendría su pertenencia en la PFA con oficial superior a su cargo con dependencia funcional del Ministerio de Seguridad porteño. Hay que manejar el tema de las comisarías en CABA por un lado y el resto de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana por el otro". Iezzi sigue: "La seguridad en embajadas y edificios federales como los tribunales de Comodoro Py, la Corte, la Casa de Gobierno y el Congreso, está por ley asignada a la Policía Federal. En cuanto a Bomberos, la seguridad de la Rosada hoy depende del Cuartel Nº1. Los aeropuertos con jerarquía internacional son jurisdicción de los bomberos de la PFA, sumada a la seguridad en el área del transporte ferroviario, de competencia federal. La PFA tiene una ley orgánica que la rige, en todos sus aspectos, sumado a sus bienes que pertenecen al Estado nacional. Por fuera de esto quedan las 9 agencias federales de narcotráfico y las 30 delegaciones de drogas peligrosas".

Varone continúa: "Se utilizaría idealmente la Federal hasta formar los hombres necesarios para cubrir territorio porteño. Año a año, se irá reduciendo el personal que deba actuar en comisión. Para el caso de los oficiales superiores, se puede dar una opción de traspaso voluntario para que luego de retirarse en la PFA puedan mantener la actividad por algunos años en la Metropolitana creando cuadros superiores. Lo esencial es mantener la unicidad y ser operativos. La seguridad consta de tres pilares, que son la autoridad política, la judicial y la policial, manteniendo así una unidad de gestión".