#InfobaeAutos: sale de paseo con un Batimóvil original y ganó dos récord Guinness

El arquitecto argentino Sergio Goldvarg vive en Miami y es propietario de una colección premiada de más de 14.000 modelos, entre los de escala y los de tamaño real

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El arquitecto argentino Sergio Goldvarg vive en Miami y es propietario de una colección premiada de más de 14.000 modelos, entre los de escala y los de tamaño real

Son pocas las personas en el mundo que cuentan con dos récord Guinness en su haber. El arquitecto y coleccionista argentino Sergio Goldvarg, es uno de los afortunados al recibir en dos oportunidades el codiciado galardón por ser propietario de la colección de auto a escala más grande en el mundo, habiendo acumulado hasta la fecha más de 14.000 modelos distintos.

"El fanatismo no se sabe como empieza, pero si se sabe que nunca termina. Me acuerdo que a los cuatro años me regalaron mi primer Matchbox, era un camioncito de bomberos con el número nueve. Lo recuerdo perfecto porque lo tengo con la caja original, desde ese momento empecé a coleccionar. Tengo todo guardado hasta el día de hoy con sus cajas y en perfectas condiciones".

"El fanatismo no se sabe como empieza, pero si se sabe que nunca termina"

A los seis años Goldvarg recibió de parte de sus padres un modelo Jaguar del fabricante francés Solido en escala 1:43 y a partir de ahí comenzó una pasión que hasta el día de la fecha sigue cultivando con absoluta devoción.

"Tengo dos récord Guinness, uno del año 2007 y otro del 2012 por la colección de autos en escala más grande del mundo. La misma no incluye juguetes como Hot Wheels y Matchbox, sólo autos en escala con las líneas perfectas aprobados por las fábricas. Son modelos a escala 1:43 la más difundida en Europa cultivada por Francia, Italia, Alemania e Inglaterra y 1:18 adaptada más a los gustos norteamericanos".

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Su niño mimado, el Batimóvil

Pero si hay un vehículo que se destaca entre toda su colección y que ha llamado la atención de medios de todo el mundo este es el Batimóvil completamente funcional, réplica original del que manejó Adam West en la ya icónica serie de televisión que marcó la década del sesenta.

La serie salió al aire el 12 de enero de 1966, lo que significa que su Batimóvil cumplirá 50 años en 2016 motivo por el cual Goldvarg promete hacerle una fiesta especial. El arquitecto rescata que su pasión se originó más que por Batman por su auto, dado que todo lo que tuviera autos le generaba una fascinación especial.

"El Batimóvil un ejemplo de la cultura pop de los años sesenta"

"Fue la primera serie en la historia donde el automóvil pasó a ser un protagonista tan importante como los actores, en este caso Adam West y Burt Ward, dependían bastante del Baticinturón y del Batimóvil. Yo me acuerdo perfecto verlos bajar por lo Batitubos e ir corriendo para subirse al auto, esa escultura sobre ruedas que parecía una cosa increíble. Hasta el día de hoy sigue siendo un ejemplo de la cultura pop de los años sesenta".

"Lo que me pasa a mi le pasa a toda la gente de mi generación, para nosotros el verdadero Batman era Adam West. Este fue realmente el Batimóvil original que fue con el que nacimos, en una serie que hoy ya es una serie de culto que tiene millones de fanáticos en todo el mundo" explicó con entusiasmo el ávido coleccionista.

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El automóvil en cuestión tiene una historia muy particular, al haber nacido como un concept car de Ford Motors bajo el nombre de Lincoln Futura. Su creador George Barris, un famoso customizador de autos para series de televisión, fue contactado por la cadena Fox para desarrollar un auto para la serie restando pocos días para comenzar a rodar.

El primer Batimóvil se vendió por un precio simbólico: 1 dólar

Complicado por la falta de tiempo Barris se acordó de un auto concepto de 1955, el cual Ford había utilizado una sola vez para hacer un show en el Central Park para luego ser usado en una película con David Reynolds que se titulada "It Starts With a Kiss". Abandonado en un depósito de Detroit por años, los directivos de Ford Motors se lo quisieron regalar a Barris pero este insistió en redactar un contrato de compra-venta para no tener problemas en el futuro y el vehículo terminó siendo vendido a un valor simbólico de un dólar. El resto es historia y ese ejemplar valuado en un dólar hoy tiene un precio incalculable que excede el valor monetario que se le pueda adjudicar.

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"En el barrio la gente ya me conoce, hace 14 años que vivimos acá. Al auto lo saco todos los fines de semana, lo uso para hacer compras y trámites o simplemente para ir a pasear. La policía ya me conoce, me lo pide para hacer obras de caridad en hospitales y escuelas, a veces me visto de Batman y regalamos juguetes a los niños". Su mujer Mariana lo maneja en ocasiones, así como distintos vehículos de su colección que incluye entre otros a un Morris Mini traído de Londres y un singular "auto burbuja" BMW Isetta.

Consultado acerca del auto de sus sueños Goldvarg no tardó en responder. El Aston Martin DB5 de la película Goldfinger de James Bond es su anhelo máximo, mientras que el Chrysler Imperial de 1965 customizado que usaba el Avispón Verde también se encuentra entre sus favoritos de todos los tiempos.

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"Desde que llegué a EE.UU. tengo pensado armar un museo mezclando autos de verdad y a escala. Por el momento tengo un restaurante temático de autos en Hollywood, Florida, donde la gente come rodeada de modelos en escala. Como legado me gustaría que esto no se vendiera nunca porque es el esfuerzo de toda la vida. Hay piezas que son únicas en el mundo y otras que si bien no son únicas, se han hecho muy pocas y hoy son antigüedades difíciles de conseguir. Espero seguir cuidando yo la colección por muchos años más", concluyó.