El valor del euro y la divergencia de las políticas monetarias de la Fed y del BCE

El mundo está atento a la posible alza de la tasa de la Fed en diciembre. En la zona euro, en cambio, la política monetaria flexible todavía no logró impulsar el crecimiento ni disipar la deflación

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Mario Draghi, presidente del BCE<br>  162
Mario Draghi, presidente del BCE<br> 162

Los analistas económicos esperan con gran inquietud las próximas reuniones de las autoridades monetarias de la Euroárea (Banco Central Europeo) y de EEUU (Fed) a realizarse los días 3 y el 15 de diciembre próximos, respectivamente. El interés se focaliza en determinar cuáles serán las medidas que tomarían ambas entidades y cuáles sus posibles impactos.

Respecto del país norteamericano, la Fed comenzó a bajar su tasa en septiembre del 2007, para llevarla del 5,25% a su mínimo actual en un rango entre 0 y 0,25 por ciento en abril del 2009. Asimismo, ha implementado tres programas ya finalizados de "Relajamiento Monetario" (inyección monetaria a través de compras en los mercados secundarios de títulos públicos y privados), habiéndo cuadruplicado la base monetaria.

Por su parte, en la economía real, el nivel de actividad en los EEUU se ha consolidado y se espera un crecimiento del PBI de 2,5% para este año y uno del 2,8% para el próximo; el mercado laboral se ha fortalecido, llegando su tasa de desempleo a un 5,1%; mientras que los niveles de inflación -cualquiera sea el índice que se tome en cuenta- se hallan en el orden del 0,5%, bien por debajo del objetivo del 2% anual.

Desde principios de año, la autoridad monetaria que conduce Janet Yellen -en función de la evolución del escenario económico- ha ido informando que se aproximaba el final de la política monetaria "laxa". Es más, en la última reunión de octubre, la entidad transmitió que -si los indicadores continuaban su tendencia actual- era probable que el comienzo de la suba se produjera en su encuentro de diciembre. Pues bien, la marcha de la economía continúa en positivo y, respecto a la inflación la entidad se muestra confiada en que en el mediano plazo el nivel de inflación - a consecuencia de un mayor nivel de actividad y de precios de energía en suba- se iría aproximando al objetivo prefijado.

Dicho de otro modo, en nuestra opinión, están dadas todas las condiciones para que el comienzo de la suba se produzca en la próxima reunión de diciembre; debiendo aclararse que, a los efectos de no desestabilizar los mercados mundiales, el proceso sería gradual con incrementos no mayores a los 100 puntos básicos por año.

El BCE arrancó con la "laxitud" monetaria 6 años después que la Fed

Con respecto a la Euroárea, la situación es completamente diferente. En efecto, si bien la región ha salido de su recesión del año anterior, lo cierto es que su actual crecimiento es anémico; con tasas no mayores al 1,5% para el bienio 2015/2016 y niveles de precios del orden del 0% anual, al borde de la deflación. A este respecto, el Banco Central Europeo (BCE) ha afirmado, a través de las minutas de sus reuniones y de declaraciones de su presidente Mario Draghi, que por ahora la política monetaria "flexible" seguida por la entidad no ha logrado sus objetivos respecto a la inflación y al nivel de actividad económica.

La pregunta clave es por qué ambas economías se hallan en situaciones tan diferentes. La respuesta es clara: el BCE ha reaccionado ante la Gran Recesión 2008/2009 en forma mucho más lenta y menos agresiva que la Fed. En efecto, la entidad sólo comenzó la baja de tasas en noviembre del 2011 (más de cuatro años a posteriori de EEUU) y recién llegó a su actual mínimo del 0,05% en septiembre del año pasado. Asimismo, inició su proceso de "Relajamiento Monetario" a comienzos de este año, cuando su contraparte ya lo había finalizado en el 2014.

Es más, en términos cuantitativos el objetivo de dicha estrategia -al menos por ahora- sólo es el de duplicar la base monetaria a lo largo de un proceso de 16 meses. Claramente, los errores han sido demasiado evidentes para no ser corregidos. A este respecto, recientemente el presidente Draghi ha afirmado que la entidad haría "todo lo necesario" para salir del actual escenario de tenue crecimiento y eventual deflación. Dicho de otro modo: es dable de esperar que, en la próxima reunión, el BCE amplíe -en términos cuantitativos y temporales- su programa de Relajamiento Monetario" y aumente la negatividad de su tasa overnight, actualmente en -0,2%- para depósitos de las instituciones en la entidad.

Como se ha podido apreciar, los escenarios de ambas economías son diferentes y, sin duda, llevarán a la divergencia de políticas monetarias explicitadas anteriormente; esto es: los EEUU iniciando su proceso de "endurecimiento" a través del proceso de suba de su tasa de referencia y, por el contrario, el BCE profundizando su "flexibilidad" mediante un aumento del "Relajamiento Monetario" y una nueva baja de su tasa de overnight.

Si, tal como creemos, este fuera el escenario la divergencia entre ambas políticas monetarias favorecería la actual tendencia decreciente del euro frente al dólar.