Durante todo el mes de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra La Neumonía -fijado el 12 de este mes-. Y es el momento oportuno para que un gran número de organizaciones de distintas regiones, generen conciencia sobre el impacto que causa esta enfermedad en la comunidad. "Se trata de una patología que tiene una alta mortalidad y que se puede complicar", destacó la doctora Hebe Vázquez, médica infectóloga, Coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunas para Adultos de FUNCEI/FIDEC.
El origen
La neumonía es una enfermedad común que cada año afecta a millones de personas en todo el mundo. De acuerdo a cifras publicadas recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin discriminar entre sus causas, es responsable del 15% de todas las defunciones de menores de 5 años y se calcula que se cobró la vida de unos 922 mil niños en 2015. Existen diversos agentes infecciosos que pueden causarla tales como bacterias, virus y hongos.
La principal causa de esta afección son las bacterias, entre ellas, la denominada neumococo.
La infección por este microorganismo puede producir entre otras afecciones la neumonía. "Se calcula que las enfermedades por esta bacetria causan 1.6 millones de muertes alrededor del mundo y, al menos unas 800 mil de ellas corresponden a neumonías por neumococo. En este sentido, se debe recordar que la neumonía puede complicarse, que no es banal, que se debe tratar precozmente y prevenirla", destacó la doctora Vázquez, que también es miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Susceptibles
Si bien, puede afectar a cualquier persona, existen grupos etarios más vulnerables en los que es más común que se presenten cuadros de neumonía. Entre ellos se encuentran los niños pequeños, sobre todo aquellos menores de dos años que, en Argentina, su protección está contemplada desde la incorporación de la vacuna contra el neumococo al Calendario Nacional de Vacunación.
También son vulnerables los adultos mayores de 65 años y pacientes que presentan ciertas enfermedades como diabetes, enfermedades cardíacas, pulmonares o renales crónicas y pacientes inmunocomprometidos. Es decir, aquellos que tienen trastornos importantes de las defensas como, por ejemplo, quienes presentan enfermedades tumorales y realizan quimioterapia. "Si bien estas personas son las que presentan mayor riesgo de padecerla, cualquier persona puede desarrollar una neumonía y nadie está exento de padecerla" recordó la doctora Vázquez.
Síntomas
Los principales signos que pueden estar indicando la presencia de una neumonía son: tos (muchas veces con expectoración), fiebre leve o alta, escalofríos con temblores y dificultades para respirar. También suele presentarse con dolor de cabeza, falta de apetito, fatiga, malestar general, dolor en el pecho que empeora al respirar o toser y, sobre todo en personas de mayor edad, síntomas de confusión.
Mejor prevenir
Al hablar de la neumonía, se debe hablar de prevención y, para ello, la principal herramienta son las vacunas. Hay dos vacunas para protegerse contra el neumococo. "Una de ellas es la vacuna conjugada 13 valente (PCV13), que confiere protección contra la neumonía y 13 tipos del neumococo. La otra, la vacuna polisacárida de 23 serotipos (PPV23), protege contra las complicaciones de la infección neumocócica. Ambas vacunas son seguras y se indican a los niños y a los adultós", aclaró la infectóloga.
"En el Calendario Nacional de Vacunación, la PCV13 está disponible de forma gratuita para los menores de dos años y, en los adultos, está disponible la PPV23", agregó.
Además, de acuerdo a la especialista, los huéspedes inmunocomprometidos que tienen alteradas las defensas, pueden recibir de forma gratuita ambas vacunas que se indican de forma secuenciada, primero la vacuna conjugada 13 valente y luego la polisacárida de 23 serotipos.
¿Cuándo vacunarse?
Cuando se habla de vacunación, se suele pensar en campañas o en momentos específicos del año para recibir determinadas inmunizaciones, como es el caso de la vacuna antigripal que se da en otoño. Sin embargo, en lo que respecta a la protección contra el neumococo, se puede dar en cualquier momento del año, en especial, a aquellos grupos que presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones por neumonía. No obstante, "es ideal para no perder oportunidades en la vacunación, que al recibir la vacuna antigripal en los meses de marzo o abril, el paciente reciba también la inmunización contra el neumococo, en un sitio de aplicación", destacó la doctora Vázquez.
Después de la neumonía
Aún luego de recibir el tratamiento, el paciente debe tener un control médico adecuado. En línea con este concepto, un estudio multicéntrico coordinado por el doctor Gustavo Lopardo, sobre un grupo de pacientes en Argentina, Paraguay y Uruguay demostró, en sus resultados preliminares, que dentro del año de haber padecido una neumonía, el paciente tiene más riesgo de complicarse o morir. Por este motivo la doctora Vázquez destacó que "es importante, en primer lugar, la vacuna para prevenir esta enfermedad y, si no pudiera prevenirla, evitará sus complicaciones. En segundo término, resulta clave poder contar con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado y, en tercer lugar, realizarse controles periódicos en especial luego del primer año".