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El reclamo que surgió hace al menos un par de años parece que tendrá una respuesta positiva con el cambio de gobierno: Mauricio Macri le ordenó a su equipo económico que prepare la emisión de un billete de 500 pesos para ponerlo en circulación durante su mandato.
El designado ministro del Interior, Rogelio Frigerio, confirmó que el próximo jefe de Estado tiene la intención de implementarlo, con el objetivo de facilitar las transacciones ante los actuales trastornos que produce el gran movimiento de efectivo.
El billete de 100 pesos, que es actualmente el de mayor denominación, perdió poder de fuego ante el avance de la inflación desde el 2007 y las devaluaciones que llevó a cabo el Banco Central de la República Argentina.
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"Soy partidario de un billete de 500 pesos", aseguró esta mañana el hasta ahora presidente del Banco Ciudad en declaraciones al programa de Ari Paluch en FM Latina.
Al ser consultado sobre el tiempo estimado que podría demandar su implementación, Frigerio respondió que eso dependerá de "lo que se tarde en conseguir el papel". El proceso de emitirlo y ponerlo en circulación demandaría aproximadamente seis meses.
Sin embargo, no todo el equipo económico de Macri estaría de acuerdo con esta implementación. Federico Sturzenegger, nombrado como futuro presidente del Banco Central (BCRA), si finalmente Alejandro Vanoli presenta su renuncia el 10 de diciembre, había dicho en abril de este año que incluso habría que eliminar el billete de $100, para incentivar mecanismos que permitan alejar a la economía de la informalidad.
"El tiempo de implementación del nuevo billete dependerá de lo que se tarde en conseguir el papel"
De todos modos, el próximo ministro del Interior señaló que "todo hace a la lógica de tenerlo" en circulación lo más pronto que se pueda, para ponerle freno a la creciente necesidad –provocada por la inflación de tener que manipular cada vez más billetes para abonar cualquier compra o pago de impuestos.
A principio de octubre, el lanzamiento del billete de $5 con una remozada imagen del General Don José de San Martín provocó la reacción de un grupo de jóvenes desarrollistas (del ala de Frigerio), que se quejó de la baja denominación del papel.
En ese contexto, los militantes hicieron un acto frente al Banco Central y propusieron la creación de un nuevo billete de $500 con la cara de Arturo Fondizi, cuyo modelo de prueba fue repartido en la calle.