:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/XVAQJEBO2BBHBKFDZXUJOVLOKI 420w)
En conmemoración al Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) publicó el informe "El estigma también mata" en el que reveló que en 2015, al menos 34 trabajadores sexuales fueron víctimas de femicidios. A su vez, alertó que frecuentemente los imputados son dejados en libertad o los crímenes quedan impunes: solo 3 casos fueron condenados, de los cuales dos recibieron cadena perpetua.
Buenos Aires es la provincia donde más ocurrieron crímenes por violencia de género a trabajadores sexuales (23 casos), seguida por Córdoba y Santiago del Estero. En este Registro Nacional de Femicidios hacia Trabajadoras Sexuales en Argentina, se concentraron los casos de femicidios registrados en el país en los últimos 19 años.
La secretaria General de AMMAR, Georgina Orellano declaró: "Los múltiples casos de femicidios hacia compañeras Trabajadoras Sexuales evidencian gravísimas violaciones de los derechos humanos para quienes ejercemos esta labor, y demuestran que el estigma y la violencia institucional son los principales causantes de estas muertes. También dan cuenta de la impunidad que impera y la participación o complicidad de agentes policiales o funcionarios judiciales".
La mujer agregó: "Exigimos que estos crímenes no queden impunes como sucede en muchos casos, uno de ellos, el de nuestra compañera Sandra Cabrera, quien fue víctima de femicidio por denunciar una red de trata infantil en los alrededores de la terminal de ómnibus de Rosario. Por eso, pedimos que el Estado diseñe políticas incluyentes que nos protejan a todas. Queremos ejercer nuestros trabajo en un marco de derechos y seguridad, no podemos permitir que los femicidios de las mujeres que ejercen el trabajo sexual queden en el anonimato".
La sistematización de los femicidios hacia trabajadoras sexuales fue realizada por AMMAR a partir de documentos públicos, artículos periodísticos e investigaciones difundidas en distintos medios. Aunque sus autoras reconocen que no logra revelar la totalidad de los crímenes que se han presentado, sí permite dar cuenta de que "no son hechos aislados sino que obedecen a políticas y prácticas sociales que estigmatizan y penalizan el ejercicio del trabajo sexual".
En Argentina, el trabajo sexual no es ilegal, aunque en los lugares donde se ejerce puede ser penalizado. En 19 provincias continúan vigentes artículos contravencionales que llevan presas hasta por 30 días a las trabajadoras sexuales que practican servicios sexuales sobre la vía pública. En muchos municipios están prohibidos los cabarets y las whiskerías, y los departamentos privados de trabajadoras sexuales autónomas son allanados por los operadores estatales de las dependencias anti-trata.
Mediante un comunicado, AMMAR reclamó por la derogación de artículos contravencionales vigentes que penalizan el ejercicio del trabajo sexual en la vía pública y por una regulación que garantice los derechos laborales de las personas que ejercen el trabajo sexual. Además, pide "una ley que regule y proteja su ejercicio".
A modo de generar datos estadísticos, AMMAR lanzó la línea telefónica gratuita 0810-999-0763 donde trabajadoras/es sexuales de todo el país pueden denunciar casos de violencia institucional. "Con la información recibida, el sindicato de trabajadoras sexuales busca contribuir a la generación de políticas públicas encaminadas a garantizar condiciones dignas para el ejercicio de la labor", resaltaron sus representantes.