¿En qué consiste la innovación social?

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), "innovar es hacer cosas nuevas o hacer las mismas cosas que siempre hacemos, pero con nuevos procesos". Frente a los desafíos y problemas del mundo moderno, la innovación se presenta como una manera de dar una respuesta y una solución de manera sustentable. Históricamente, las innovaciones tecnológicas significaron revoluciones, pero no siempre lo hicieron de una manera responsable y respetuosa con el ambiente y las comunidades.

La innovación implica así la participación de la propia comunidad y de los beneficiarios, a fin de fortalecer a la ciudadanía a través de la resolución de los retos que se les presentan. Conforme la CEPAL, el gran desafío es lograr que esos cambios se conviertan en políticas públicas que puedan impactar en grupos más amplios.

A nivel mundial, cada vez son más los emprendedores que trabajan para dar respuestas a sus problemas sociales, con planificación previa o simplemente porque encuentran un camino de trabajo hacia la solución. Tal es el caso de Socialab, una plataforma de emprendimientos sociales disruptivos que busca generar soluciones a problemáticas asociadas a la pobreza y la desigualdad.

¿Cómo lo hace? Por medio de la co-creación y el trabajo en red entre los ciudadanos, las empresas y los inventores. Jorge Riva, cofundador de la iniciativa, explica esta interacción conjunta: "En el cruce de estos tres grupos es donde creemos que se puede llegar a generar una innovación transformadora. Los emprendedores saben hacer negocios, los inventores tienen la pasión por descubrir, y las ONG son quienes sufren algún tipo de vulnerabilidad". Desde hace dos años, tiene presencia en Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay.

Tanto Riva como otros especialistas destacan la importancia de que toda buena idea debe estar acompañada de un trabajo conjunto con la misma comunidad donde ocurren los hechos y problemas, para darles una solución acorde. La co-creación consiste justamente en que los emprendedores desarrollen sus ideas interactuando con la gente que está viviendo el problema a resolver en particular. Nadie mejor que ellos saben las características del problema y las diferentes formas a partir de las cuales se le puede dar una solución.

El gran desafío en dicha búsqueda es que la resolución de problemas sea compatible con un modelo de negocios. Es decir, dar respuesta desde lo económico, lo social y lo ambiental; es decir, de manera sustentable. Se trata de "emprendimientos con triple impacto": la ganancia no es un fin, sino un medio para resolver problemas.

Ejemplo de ello es la iniciativa 3Vectores que aplica los conocimientos técnicos de diseño estratégico y tecnologías para la resolución colectiva de problemas complejos. Su co-fundadora, Giselle Della Mea explica la importancia del diseño para la innovación: "El diseño es el proceso previo a la innovación. No puede haber algo sustentable sin un diseño previo. Y si hablamos de innovación social es cuando realmente se crea algo que resuelve un problema, pero a la vez que sea sustentable económicamente".

Apostar a la innovación, implica a apostar a arriesgarse, a animarse a cosas nuevas y diferentes. La joven inglesa Ellen MacArthur -conocida por ser la persona más raída en dar la vuelta al mundo en solitario a sus 24 años- brinda su definición sobre esta realidad: "La economía circular es un cambio en el sistema, no se trata de un cambio de comportamiento individual sino que observa nuestro modelo económico actual como algo lineal. Un modelo en el que tomamos algo de la Tierra, hacemos algo con ello, pero luego lo tiramos a la basura y no lo exprimimos hasta el final. Con la economía circular, desde el principio lo diseñás para ser desmontado, para volverlo a fabricar, para que el producto encaje en algo mayor".

La innovación con impacto social implica lograr la integración y articulación de sus tres dimensiones: la económica, la social y la ambiental. Para ello, se requiere también la participación de las empresas y las organizaciones para invitarlas a que se transformen y no piensen sólo en la rentabilidad económica; los gobiernos para que apoyen estos cambios a partir de políticas públicas sustentables; y cada uno de nosotros como habitantes porque podemos ser agentes de cambio. Apostar ello requiere paciencia, imaginación, creatividad, iniciativa, conocimiento, trabajo colectivo e inversión; en definitiva, implica innovación social.

- 3.000.000 de personas viven con menos de US$2 al día.

- 1.100.000 de personas no cuentan con acceso a agua potable.

- 2.000.000 de personas carecen de electricidad.

- 1.000.000.000 de habitantes de zonas urbanas viven en condiciones de pobreza.

- El 75% de la población mundial vive en pobreza relativa.

- 1 de cada 4 niños no termina la educación primaria.

Todos ellos están esperando que la innovación social les dé una solución sustentable para revertir su situación y vivir con dignidad.