"Estados Unidos condenó en los términos más fuertes los ataques terroristas horribles de este jueves en Beirut, Líbano, que mató a docenas e hirió a cientos más", señaló en un comunicado el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Ned Price.
En ese sentido, el escrito añadió: "Tales actos de terror solamente fortalecen nuestro compromiso de apoyar a las instituciones del estado libanés, incluidos los servicios de seguridad, para garantizar un Líbano estable, soberano y seguro".
Price destacó que el gobierno de los Estados Unidos ofreció sus "más profundas condolencias a las familias y otros seres queridos de aquellos fallecidos y heridos en este acto violento".
"Estados Unidos se mantendrá firme junto al gobierno de Líbano mientras éste busca llevar a la justicia a los responsables de este ataque", concluyó.
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Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon calificó el atentado como un "acto despreciable".
Del mismo modo, instó a los libaneses a "continuar trabajando para preservar la seguridad y la estabilidad" del país.
También reiteró "el apoyo de la ONU a las instituciones libanesas, entre las cuales las fuerzas armadas y los servicios de seguridad en sus esfuerzos para asegurar la seguridad de Líbano y de su población", y pidió que "los responsables de este acto terrorista sean rápidamente juzgados".
El atentado perpetrado contra un bastión del movimiento chiita Hezbollah, fue reivindicado por el ISIS a través de un comunicado difundido por internet, en el que señalaron que la primera explosión la produjo una motocicleta cargada con explosivos, y la segunda un suicida.