La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, acusó a la oposición brasileña de tener una actitud "abiertamente golpista" y advirtió que no va a ceder ante las presiones de sus opositores.
"La artificialidad de los argumentos (de la oposición) es absoluta y la voluntad de producir un golpe contra el funcionamiento regular de las leyes e instituciones es explícita", subrayó Rousseff durante un acto sindical en San Pablo.
Para la jefa de Estado, la oposición, que defiende la apertura de un juicio político con miras a la destitución de la mandataria, "está jugando sin pudor".
"La artificialidad de los argumentos (de la oposición) es absoluta", dijo Rousseff
Rousseff arremetió contra sus adversarios políticos por querer "acortar" su mandato "sin hechos jurídicos" y subrayó que el discurso golpista no es sólo contra su figura, sino contra el proyecto construido por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
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Las declaraciones de Rousseff se producen en un momento de gran tensión política, ya que el presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, tiene en su mesa varias acciones intentadas por la oposición con miras a la destitución de la mandataria, las cuales deberán ser analizadas en los próximos días o semanas.
La Constitución brasileña prevé la posibilidad de destituir a un jefe de Estado, pero para iniciar el juicio exige razones jurídicas que, en la opinión del Gobierno, no existen en el caso de Rousseff.
El Congreso rechazó cinco peticiones de juicio contra la mandataria
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, rechazó este martes otras cinco peticiones para que el Congreso instaure un juicio político con fines de destitución contra la presidente brasileña, Dilma Rousseff, informaron fuentes legislativas.
Cunha alegó que las solicitudes no cumplen las exigencias técnicas necesarias para que pueda abrirse un proceso político contra la mandataria, informó la Presidencia de la Cámara baja.
El presidente de la Cámara ya había archivado otras seis peticiones de juicio contra la jefa de Estado por los mismos motivos y aún tiene que analizar otras tres solicitudes, entre las cuales una presentada por un grupo de conocidos juristas, incluyendo Helio Bicudo, uno de los fundadores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la formación de Rousseff.