Tras el estallido del radicalismo en 2001, el espacio opositor en el conurbano -una región eminentemente peronista- quedó vacante. Como todo partido político nacional que se precie, el PRO buscó allí una plataforma para extender su dominio territorial. En agosto, las PASO arrojaron noticias alentadoras para "la ola amarilla": en un puñado de municipios, disputará elecciones competitivas con los oficialismos locales. Bajo el sello de Cambiemos, Diego Valenzuela, Ramiro Tagliaferro y Julio Garro buscan gobernar Tres de Febrero, Morón y La Plata, y además contribuir con los votos para convertir a Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en presidente y gobernadora. Para hablar sobre sus expectativas, los desafíos que enfrentarán y la campaña que vienen haciendo, Infobae los reunió en sus estudios.
Tagliaferro: —En Morón es muy particular lo siguiente: el gobierno de Morón era vecinal y local. Entonces, el vecino de Morón es exigente, y se acostumbró a tener una gestión local. Cuando la gestión se desnaturalizó, y dejó de estar al servicio del vecino, y se dedicó a la política de superestructura, el vecino lo identificó enseguida. Por eso tal vez el desgaste fue mayor, por esa demanda insatisfecha.
Valenzuela: —La gran demanda de cambio que hay se corresponde con el hartazgo del vecino, con reclamar soluciones que no llegan, con una crisis de inseguridad en Tres de Febrero... Los pozos, la falta de luminaria. Vas a una sala de salud y la maneja una cooperadora y hay que pagar un bono contribución. Las plazas no las usa la gente: las usa el malandra, el que fuma paco. El vecino de Ciudadela, de Santos Lugares o de Caceros me dice "me voy a la capital, a la plaza de Devoto" o "me voy al Zubizarreta". Hay un distrito que te expulsa, porque los problemas se acumulan, y este es el caldo de cultivo para una gran vocación de cambio que nosotros vemos y se comprobó en las urnas.
Garro: —En La Plata, el 82% votó en contra del actual intendente. Ocho de cada diez platenses dijeron basta. Esto es producto de que la gente se animó a cambiar. El votante de mi ciudad es muy pensante, elabora mucho el voto, corta el voto. La verdad que yo no tengo ninguna duda de que se va a dar una elección muy parecida al 2007, cuando el intendente Bruera le gana a Alak, en la que Carrió sacó 38% pero su intendente sacó 14%: todo ese voto fue para sacar al intendente. Hay una voluntad de oxigenar.
Valenzuela: —El enfoque que tenemos nosotros en el PRO y Cambiemos es de contacto directo con el vecino. Entender esa problemática desde el lugar de la gente, y no en los grandes actos, que terminan siendo una pantomima, una puesta en escena, la gente traída en micros. La gente aplaude y no sabe qué aplaude. Ir a las ferias, los centros comerciales, las casas... Ahí tenés el termómetro.
Tagliaferro: —Como decía Diego, nuestro aparato es la gente. Y es el mejor aparato que podés tener. Hoy a la mañana estuve timbreando en Castelar sur unas horas. Tu encuesta es lo que la gente te dice. Durante toda la primaria de caminar no teníamos encuestas y yo le decía a mi equipo: mirá, la encuesta es así. Lo que creo es que cuando vos estás discutiendo que no te roben a las 6 de la mañana cuando estás esperando el colectivo para ir a trabajar, no ir a las 3 de la mañana para que a las 8 te den un turno en la salita para dentro de 15 días, que si llueven 30 mm te inundás. Institucionalizada la barrita del paco en la esquina... Resolver esos temas, en términos de gestión real, ¿implica una solución del peronismo?, ¿es del PRO?, ¿es de la izquierda? ¿Qué bandera partidaria le vas a poner a que no roben al laburante cuando está en la parada del bondi? Estamos tan abajo en términos de gestión, está tan abandonado el vecino, que vos no podés dar un abordaje ideológico para este problema. El problema es práctico, de gestión. Es que te interese la gente, estar cerca, y resolverle el problema. Y tener los equipos.
Valenzuela: —Yo agregaría: se configuran mitos con el paso del tiempo. Que solo el peronismo puede gobernar el conurbano. Y yo creo que nosotros somos la expresión de una política nueva, con la diversidad, pero lo que atraviesa todo lo que nosotros hacemos es el hacer. Es la mentalidad de trabajar con la gente y armar un buen equipo. El PRO no se pone a pensar demasiado si el problema del pozo es de izquierda o de derecha -por supuesto que todos tenemos ideología-, pero este es un partido y un grupo muy enfocado en el hacer. Y yo creo que vamos a demostrar que podemos ganar, y después con buenas gestiones, trabajando con Mauricio, con María Eugenia, con Horacio... Vamos a tener que trabajar coordinadamente, incluso con intendentes que no son de nuestra fuerza.
Garro: —Hoy la gente vota equipos y candidatos que le representen soluciones. A Doña Rosa no le importa si el que le arregla o le pone el agua es o radical o peronista o del PRO. No le interesa: quiere soluciones. No quiere oír peleas, discusiones. Vamos hacia eso, y en Cambiemos hay peronistas también, muchos que acompañan esto desde abajo, y también impulsan el crecimiento. Es un gran equipo, y el desafío es mostrarle a los platenses que con un gran equipo, el mejor de los últimos 20 años, vamos a transformar nuestra ciudad.
Valenzuela: —Lamentablemente tenemos un sistema, en cuanto a la forma de votación, arcaico y tramposo, que hace que la cancha no sea nivelada, que tenga ventaja el que está en el oficialismo. Todo eso hace que sea muy difícil para una fuerza con voluntarios como somos nosotros. Y el día de la elección, el que está intenta controlar todo en la escuela: el gendarme, el correo, hasta la cocina, que no calienten agua para el mate los fiscales de la oposición. Es un sistema desparejo. Que nosotros seamos competitivos es una gran novedad, porque estamos peleando con armas muy desiguales. Muchos de nosotros, haciendo una buena fiscalización y una buena logística, vamos a cuidar la ilusión y la esperanza de la gente, y vamos a ganar muchos municipios. Y después vamos a pregonar para cambiar el sistema, para votar con boleta única electrónica, que sea menos permeable al fraude y más amigo de la voluntad popular.
Garro: —El desafío es buscar la transparencia del comicio porque el voto es la única herramienta que le queda al vecino en nuestros municipios. La herramienta por la cual ellos pueden cambiar algo: sin seguridad, sin salud, sin educación, sin empleo, con inflación, con aumento, lo único que tiene es eso. Si nos pasa lo de Tucumán, vendemos la dignidad. Hay que trabajar con mucha responsabilidad, hay que buscar la verdad. Porque es a partir de la verdad como reconstruis una ciudad.
Valenzuela: —Fue difícil la instalación de María Eugenia Vidal. Muchos no creían al comienzo, la peleó sola, salió a caminar con poquita gente, con su cartera, haciendo su laburo en capital, pero en el tiempo que le restaba una provincia enorme recorrelar, y se fue instalando como candidata. Y empezó a pasar esto que yo veo como candidato: antes la gente me preguntaba "quién es esta chica", y hoy me dicen "me gusta esta chica". Eso se vio en la PASO, donde fue la novedad. Yo creo que María Eugenia le va aporta mucho a la propuesta de Cambiemos: frescura, honestidad, capacidad, experiencia de gestión. Muchos va a ir a acompar a Cambiemos por Vidal.
Garro: —Hace un mes y medio o dos, fuimos con María Eugenia a Los Hornos, que es un barrio de La Plata muy grande, muy olvidado, y caminamos por un microcentro que tiene. Y la verdad es que lo primero que vi era que la gente salía a saludarla. Y caminaba con ella. Cuando terminamos la miro y le digo: "¿qué pasó, María Eugenia?". "¿Por qué?". "Porque es impresionante". Se lo dije porque se lo merece: yo creo mucho en estas personas que primero deciden involucrarse. Segundo, que juegan con los proyectos, y van al frente, y se preparan, y conforman los mejores equipos. Es una persona transparente, sincera... Hoy la provincia de Buenos Aires es la garantía de la mejor elección. Estamos eligiendo entre dos modelos claros.
Tagliaferro: —(Risas) Me siento muy representado por lo que dicen mis compañeros. Mientras los escuchaba pensaba que lo que María Eugenia le terminó de dar a la propuesta de Cambiemos fue una amalgama, una cohesión y una coherencia muy fuerte. Porque la verdad yo no tengo nada que me haga ruido en la boleta de Tres de Febrero o de La Plata. Del último concejal, al candidato a presidente, hay una coherencia muy importante en términos de lo que el proyecto es de cara a la gente y lo que hemos generado en los últimos años. Una de las virtudes de María Eugenia fue esa: terminar de cohesionar y de cerrar el equipo. Cuando tengo que explicar mi boleta, me siento muy cómodo con lo que hay.
Campaña sucia
Valenzuela: —Las primeras veces uno se enoja, tiene ganas de reaccionar. Y después te das cuenta de que es parte de la política que tenemos que cambiar. A mí me fortalece. A mí me demuestra que vamos bien. La campaña sucia aparece cuando uno puede ganar. Cuando uno está a 10 o 15 puntos, nadie tira estas mentiras que están tirando. Obviamente, cuando corresponde uno explica. Yo no tengo ningún problema en explicar quién soy, a dónde voy, qué hago.
Tagliaferro: —Yo creo que es impotencia de parte de los que no se quieren ir. Por otro lado creo que es una excusa para no hablar de lo que la gente quiere escuchar hablar a sus dirigentes, que es de sus problemas, no de ensuciar... El vecino está cansado de la pelea entre políticos, no le interesa. El vecino está pensando cuando sale de su casa que no lo asalten, cómo le vas a resolver el problema de la luminaria que no anda, cómo hace para que sus hijos lleguen tranquilos y bien... está pensando en otra cosa, no tiene ganas de seguir escuchando esto de parte de la dirigencia. Me parece que es como correrse del centro de la escena, de lo que de verdad está en juego. Es muy mezquino en una campaña que estamos eligiendo presidente y muchos gobernadores, salir con este tipo de cuestiones. Denota una impotencia importante.
Dirección: Facundo Antelo
Cámara: Diego Barbatto
Asistente de piso: Julieta Arrigoni
Edición: Agustina Klix
Animación: Damián Rodríguez