En el Superclásico entre Boca y River disputado en Córdoba, Andrés Chávez demostró ser reicidente en una conducta muy poco profesional. Antes de marcharse a los vestuarios del Mario Alberto Kempes, levantó la cabeza hacia la platea con público millonario y realizó gestos que incitan a la violencia.
Tal como había sucedido en la revancha de la Copa Sudamericana del año pasado, el ex delantero de Banfield juntó sus brazos sobre el pecho y simuló las sensaciones de frío en el cuerpo. Inmediatamente, hizo alusión al descenso de categoría con un movimiento de brazos que sólo los futboleros pueden entender.
En la conferencia de prensa, el Vasco Arruabarrena fue consultado por el comportamiento de Chávez y aseguró no haberse percatado de lo sucedido. Pero le dejó una advertencia: "Hay que tener cuidado con esas cosas".