Poligamia: ¿es posible la felicidad en un matrimonio múltiple?

Pese a tratarse de una práctica que se remonta a tiempos bíblicos, todavía es una realidad en numerosos países del Medio Oriente y África, como en pequeñas comunidades occidentales. El autor de un reciente libro sobre el tema habló en InfobaeTV sobre el fenómeno

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El fenómeno del gigoló Bazterrica, además de divertir y escandalizar por partes iguales, ha suscitado el debate acerca de cómo consideramos al hombre que puede estar con muchas mujeres a la vez. Pese a haber saltado a la fama por ser acusado de estafar a señoras solas, irónicamente o no, lo ven como un "ganador" y celebran su récord de conquistas como si de un logro humanitario se tratase. Sin embargo, el médico, fotógrafo, periodista y autor del libro "Hombres de muchas mujeres" (Planeta), Ricardo Coler, aseguró, en una visita a los estudios de InfobaeTV que "cuando te encontrás con alguien que tiene una familia con 4 o 5 mujeres, te das cuenta que todo queda en una fantasía, porque el hombre no la pasa bien".

Probablemente al hablar de poligamia pensamos en el universo musulmán, pero Coler no lo trató, ya que le parecía "el más conocido". El autor aseguró que la infidelidad es un ejemplo de poligamia y lo resumió con una anécdota que figura al comienzo del libro: él se encontró con una mujer inglesa que quería convencer a las zulúes de Zululand, Sudáfrica, sobre lo oprimidas que eran por vivir con un hombre que tenía más de una mujer. "Una zulú le preguntó: '¿en tu país no tienen amantes?' y la inglesa le dijo que sí, pero que no tenía nada que ver, y la zulú le contestó que también eran polígamos, porque tener amantes implica tener más de una mujer", y añadió que estas mujeres creen que la diferencia entre ellos y los europeos está en que ellos son "honestos": las mujeres tienen el mismo apellido, gozan de los mismos derechos y son reconocidas socialmente; en cambio las que son amantes carecen de eso.

"Todos los libros que yo he escrito siempre tienen que ver con irme a una cultura extraña para poder describir lo que nos pasa a nosotros, porque si voy a un lugar diferente, para contar lo rara que es la gente, es como haber ido a un zoológico de personas.", explicó Coler. Así es como en "Hombres de muchas mujeres", él describe sus aventuras y charlas con personas de la ya mencionada Zululand; con los mormones de Estados Unidos y con un particular grupo de profesores universitarios brasileños que se organizaron como un partido político que defiende la honestidad y la posibilidad de estar abiertamente con muchas personas. "Dentro de cada uno, tanto en Brasil, como en África y Estados Unidos, cada persona tiene una historia diferente y a diferencia de lo que uno piensa, no siempre la pasan mal, a veces la pasan bien".

Ante la idea de que son los propios hombres quienes someten a las mujeres a este estilo de vida, Coler fue contundente: "No se puede generalizar, porque conocí varios casos de mujeres que la pasan fenómeno, inclusive las mujeres piden que haya más mujeres. Es más, son ellas las que les eligen las mujeres a los maridos." Específicamente esto lo vio en África, donde las mujeres tienen lindos recuerdos de haber crecido con muchos hermanos, y quieren darle eso a sus hijos, y para ello necesitan de otras mujeres. De todas maneras, admitió que sí hay casos en los que las mujeres son sometidas, o se ven obligadas a vivir de esta manera por razones económicas o culturales, como los mormones, que según su religión, solo podrán ir al cielo si tienen tres esposas.

"Las mujeres no son todas iguales, son muchos casos diferentes, pero yo encontré que hay una característica que permite que a las mujeres no les moleste la poligamia y es dejar de querer a sus esposos", reveló. Coler aseguró que si las esposas tienen buena relación entre ellas, logran generar un lazo de amistad, donde se ayudan entre ellas con el cuidado de los chicos y de la casa. El autor caracterizó al hombre polígamo como un señor triste, abatido, que no soporta la vida familiar, "porque se dice que esto de tener muchas mujeres es como vivir en el paraíso, pero si él quiere mantener las cosas en equilibrio, tiene que escucharlas a todas, estar con todas, tratar de resolverle los problemas que tienen, escuchar lo que sienten y con el tiempo eso se vuelve agobiante. Si hay algo que hace un hombre con muchas mujeres es trabajar, trabajar y trabajar".

Coler aseguró que probablemente el único beneficio de la poligamia sea en relación al ámbito sexual, especialmente porque no hay amor en ese tipo de relaciones. "si hay algo que no tiene un hombre que tiene muchas mujeres es una pareja", sentenció. Sin embargo, él considera que esta complicación también se ve en las relaciones monogámicas: para Coler encontrar una pareja con quien estar apasionadamente enamorado es una cuestión de mucha suerte, "que no nos toca a todos".

El autor cree que el hombre busca la felicidad, pero también tiene una tendencia a pasarla mal. Para él esto se evidencia en el hecho de ir a un cine para ver una película de terror: "vos te sentás delante de la pantalla a sufrir y además pagás por eso, es una locura". Por ello Coler ve a la cuestión de ser infiel como una de estas actividades. Para él, el problema no es la infidelidad en sí misma, sino el hecho de que las personas la soportan: "el ser humano es muy complejo como para decir si algo esta moralmente bien o mal, no pasa por ahí", concluyó.