"Durante seis años se manejaron códigos que yo respeté pero de la otra parte no fue así". El que lo dijo es Esteban Zabala, de 41 años, ex jefe de seguridad de Ariel Diwan. Por eso salió a hablar este miércoles en Intrusos, para contar quién es realmente el empresario. "Cuando él se enteró del embarazo de Gisela Bernal, me lo comenta, me dice que está contento y que según lo que se decía no era de él. Y me dice que fuera de él o no fuera de él, lo tomaba como su hijo", agregó.
¿En qué contexto se lo confesó? "La charla empezó por un supuesto aumento. Yo el esfuerzo lo pongo pero necesito un rédito. Yo el único rédito que vi en seis años de trabajar con él fueron 25% de aumento", manifestó indignado. "De él no me sorprende nada. Hace dos años que no le creo nada. Nuestra relación iba de blanco a negro: un día era su mano derecha, otro día era el gordito boludo de seguridad".
Luego acusó a su ex jefe de mafioso. Alegó que todos en el teatro lo comentaban y dijo que tenía un audio para mostrar de Bernal que le decía: "Tené cuidado que es un mafioso". Ante las insistentes preguntas de los panelistas, Zabala contó un episodio con el empresario Guillermo Marín.
"Diwan me dijo que le debía plata. Entonces quería que yo, como mano derecha y fuerza de choque de él, le vaya a cobrar. ¿De qué forma? 'Cobrale, la cifra es esta y sino convencelo de que pague'. Ya sabemos qué significa 'convencelo'", reveló. Luego, el conductor –que es padrino del hijo del empresario- agregó: "Una vez hubo un encuentro entre Guillermo y Diwan, y Diwan se comió literalmente los mocos. Por este tema".
Cuando Jorge Rial le preguntó por qué creía que Diwan, siendo productor, tenía tantas deudas mientras que Flavio Mendoza era millonario, respondió: "Le dibujaron los números en las recaudaciones". Además, habló del secuestro que el productor sufrió en 2014 en Castelar y fue liberado tras pagarse un rescate de 50 mil pesos: "No fue un secuestro, fue un ajuste de cuentas".
Más adelante, volvió a referirse al inicio de la relación entre Diwan y Bernal: "Entre seis y ocho meses fue un romance clandestino. Después lo tuvieron que blanquear. Él decide blanquearlo por el embarazo de Gisela". Y agregó: "Cuando ingresó al ambiente del teatro, era como un nene de cinco años con dos autitos en las manos. Bailarina que pasaba, bailarina que quería".