Barack Obama cambió el confort de la Casa Blanca por el rigor del Gran Norte Blanco, en Alaska, y en estos momentos está grabando su participación en un episodio de Running Wild With Bear Grylls, de cadena de televisión NBC.
El propio mandatario se ocupó de promocionar su participación y busca concientizar sobre los efectos del cambio climático durante su travesía de tres días.
El conductor del show, Bear Grylls, ex soldado de la British Special Forces, se jacta de presionar "más allá de sus límites" a celebridades, como el mariscal de campo de los New Orleans Saints, Drew Brees, o a la actriz Kate Winslet.
De hecho, las tareas que les ha pedido incluyen comer ratones, saltar de aviones y cruzar cañones desérticos... ¿se animará Obama a tamaños desafíos?
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El programa, que saldrá al aire este año, es la última de una serie de esfuerzos por parte de la Casa Blanca para llegar a nuevos públicos.
La visita de Obama a Alaska busca concientizar sobre el cambio climático en un territorio donde los efectos del calentamiento global son escandalosos: aumento del nivel del mar, disminución de los glaciares y deshielo del permafrost. El viaje tiene lugar, además, a tres meses de una cumbre de la ONU sobre el clima que tiene el objetivo de alcanzar un acuerdo para limitar a un máximo de 2 grados el calentamiento del planeta en relación con la temperatura de la era preindustrial.