El domingo cueste lo que cueste, como tantas otras veces a lo largo de la historia

San Lorenzo hizo un muy buen primer tiempo y mereció irse con ventaja al descanso, pero esta vez no 'ligó' como en partidos anteriores. El complemento fue distinto, por el cansancio del esfuerzo en la Copa Argentina y la falta de variantes para modificar el rumbo. La confianza para ir a la 'Bombonera' nos la dan ellos al demostrar diariamente que no les gusta jugar contra nosotros

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San Lorenzo apiló varios triunfos que posiblemente no haya merecido en este campeonato y hoy ocurrió todo lo contrario, fundamentalmente por el trabajo del primer tiempo. El equipo lastimó a Banfield en los 45' iniciales, creó situaciones peligrosas, erró opciones insólitas debajo del arco y Torrico fue un espectador de lujo en el sector opuesto de la cancha. Son ni más ni menos las cosas lindas que tiene el fútbol, que no siempre premia con la ventaja al que realmente lo merece. Simplemente faltó la cuota de 'fortuna' que acompañó ante Crucero y en La Paternal.

Por supuesto que en el complemento, el "Ciclón" decayó en su rendimiento y lució desdibujado en todas sus líneas. Sufrió y hasta pudo haberlo perdido. Padeció seriamente la imprecisión que generalmente forma parte de su identidad, el cansancio por el esfuerzo realizado entresemana en un campo desmejorado como el de Colón para avanzar en la Copa Argentina y la escasez de variantes para que el "Patón" pudiera mover el banco y hallara nuevas soluciones.

Allí radica, lógicamente, la diferencia (ínfima en lo numérico) entre Boca y el elenco "azulgrana". Cuando Tevez aparece controlado por los defensores y disminuido en lo físico como para desnivelar, a Arruabarrenalo salvanPalacios, Calleri, Lodeiro, Meli o Chávez, como en La Plata. El que ingresa, hace un gol. En cambio, en una tarde en la que San Lorenzo pagó caro la floja labor del doble 9, Bauza no tuvo a mano otro punta desequilibrante para elegir otra estrategia.

Es lo que tenemos, lo sabemos y lo venimos anunciando partido a partido. Pero no vale la pena dramatizar porque esta igualdad no definió nada en el camino rumbo al título ni tampoco lo hará el clásico de la semana próxima aunque 'pinte' como determinante. Todos los caballos favoritos en esta carrera perderán unidades y la clave será alcanzar las tres últimas jornadas con chances reales de dar la vuelta olímpica. Es el mensaje que transmitió el DT y adherimos al mismo.

Ante un "Taladro" pillo y alejado de las prácticas inocentes desde la salida de Almeyda, sentimos la nula claridad de la sociedad Buffarini-Villalba por derecha y Mas jugó como para que no lo extrañemos en el partido que viene. Apenas el despliegue incansable de Mercier en la mitad de la cancha, el desequilibrio natural de Blanco con su velocidad y la enorme figura de Torrico que no se toma descanso ni siquiera en los malos momentos fueron los puntos salientes a destacar.

Pero detrás de la frustración de ceder el liderazgo y el lamento por perder dos unidades vitales en casa, repetimos hasta el agobio que estamos de pie y más vivos que nunca. Con 15 partidos sin perder a cuestas y un plantel convencido de lo que quiere, con experiencia de sobra y mil batallas en el lomo para sobrellevar a la altura las exigencias de los momentos calientes.

¿Confianza para ir a la Bombonera? Como siempre, más que nunca. Porque ellos te la alimentan cotidianamente, incluso con su comportamiento en los escritorios, apelando a cualquier tipo de payasada para patear hacia adelante el partido. El domingo tendrá que ser cueste lo que cueste, como tantas otras veces en la historia.No les gusta enfrentarnos, y a nosotros nos representa una divina tentación arruinar la fiesta en casa ajena. No nos subestimen.