Regalar libros peculiares para el Día del niño

Es sabido que el Día del niño es una fecha que bulle en la cabeza de padres, abuelos, tíos y padrinos para saber qué regalarles a los más chicos. El listado, si uno tiene imaginación y dependiendo del presupuesto con el que se cuente, puede ser infinito. Sin embargo, con certeza, alguien va a obsequiar (le guste o no al chico) un libro.

Para facilitar la elección, que suele ser ardua y hasta a veces tediosa, Infobae confeccionó una lista de las mejores opciones en literatura infantil y juvenil para este año, desde las más originales hasta clásicos que nunca pierden vigencia.

Universos desconocidos

Ideal para mentes inquietas, se trata de libros que retratan desde leyendas de comunidades particulares hasta realidades alejadas de las historias más azucaradas.

Entre los recomendados, por interesantes y novedosos, destacamos:

* De familia en familia, de José Nesis y Paula Szuster (Iamiqué). Las familias son tan diversas como seres pueblan este planeta. De eso trata este libro que, en rigor, no es literario, sino de divulgación –como lo son todos los de esta editorial, para quienes no la conocen–. La pluralidad se evidencia a través de sus páginas, no solo por el relato de cada familia, sino porque cada uno de esos microrrelatos es dibujado por un ilustrador diferente.

Como todos los de Iamiqué, este no es la excepción y deja con ganas de conocer más de la editorial, a la vez que activa el pensamiento, la observación y el costado «preguntón» de los chicos.

* Te quiero más que a la sal, de Luciano Saracino y Daniel Roldán [traducción de Elizabeth Kabadaian], Macma (La bohemia). Una leyenda tradicional armenia hoy es accesible para el público infantil hispanoparlante a través de la colección Comunidades de La bohemia.

Como los demás libros de esta colección, estas historias antiguas y populares de cada comunidad son traducidas y reescritas por autores e ilustradores argentinos contemporáneos.

A cien años del genocidio armenio, la editorial rinde un homenaje y acerca algo de la cultura de este país.

Exquisiteces con forma de libro

Los libros para niños suelen, por lo general, caracterizarse por tener ilustraciones coloridas y detallistas, así como también por contar con formatos inusuales y papeles (o cartones) de alta calidad (para que sobrevivan, entre otras cosas).

Entre las sugerencias, los más vistosos, impactantes y originales del maremágnum que existe, la selección recae en:

* Otto en el aeropuerto, de Tom Champ (unaLuna). Viajar suele ser algo vertiginoso, plagado de mil experiencias e imágenes que quedan grabadas en retina y memoria. En algún punto, eso es lo que se intenta mostrar en este libro.

Todo lo que acontece en un aeropuerto es puesto de manifiesto en un libro colorido en cartoné para los más chicos, pero cuya peculiaridad, entre varias más, está la de que para leerse se debe girar el libro. Texto e imagen pasean, además, a lo largo de todo el relato.

* Pequeñas teorías sobre el comportamiento animal, de Andrés Sobico y Josefina Wolf (La bohemia). Con franqueza, una de las novedades más bellas del año. La poesía, género que tal vez en la literatura infantil tenga su mejor acogida, ilustrada como lo está en este libro, explota de belleza.

Poemas breves, simples, constituyen un exquisito libro álbum que invita a ser regalado (¡y recitado!).

* Tan tarde, de Giovanna Zoboli y Camilla Engman (AH pípala). Una historia dulce sobre el sueño y los sueños. Con una ilustración onírica y en colores pastel, nos adentramos en la historia de Ricardo y sus pocas ganas de irse a dormir.

Como todos los libros de esta colección y de esta editorial que trabaja con tanta delicadeza sus obras, otra pieza única. Ideal para los chicos a los que les cuesta dormirse.

* Pájaros, de María José Ferrada y Fito Holloway (pequeño editor). Un poema circular puede transformarse en una experiencia única, mucho más con las ilustraciones delicadas que lo acompañan. Un acierto que evoca libros de nuestra infancia.

A pesar de que está ilustrado en blanco y negro, la delicadeza para llevarlo a cabo hace olvidar ese detalle. Encantador.

* Cajas chinas, de Mara y Maro (Albatros). En un vaivén entre lo real y lo ficticio se construye este relato mágico en esencia y en puesta en página.

Las ilustraciones transportan a mundos donde la imaginación es la protagonista y rectora.

Los clásicos

Finalmente, y para quienes no se animen a innovar demasiado a la hora de elegir literatura infantil, al menos la invitación apuesta a nuevas ediciones, formatos o selecciones.

* Cuentos del globo 4: Cenicientas del mundo, Duan Chengsi, Safo, Perrault y Katia Kanton y Antonio Rodríguez Almodóvar, compiladores (pequeño editor). El clásico cuento en cuatro versiones de diferentes continentes, Europa, Asia, África y América.

Las cuatro adaptaciones, además y para evidenciar las diferencias, están adornadas por diferentes ilustradores, José Sanabria, Claudia Legnazzi, Didi Grau y Fito Holloway.

* Dos arbolitos locos: poemas y canciones, de Federico García Lorca y Valeria Cis (Capital intelectual). De la colección Aerolitos, llega el maestro de poetas y titiriteros. En una edición de lujo, tanto por la selección, como por la delicadeza de diseño y dibujos, se acerca otro imprescindible.

* De espuma y de mar, de Alfonsina Storni y Azul de Corso (Capital intelectual). De la misma colección que el anterior, un poema de Alfonsina lleva a recorrer las profundidades del mar y sus tesoros.

* Libro de cabecera, de Pipo Pescador y María Teresa Cibils (Colihue). El conocido juglar de la infancia de quienes hoy somos padres compila una selección digna de leerse antes de ir a la cama y de unir a ambas generaciones en un espacio único.