Un detenido por el triple crimen involucró a Aníbal Fernández en el tráfico de efedrina

Martín Lanatta, condenado por el homicidio de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, aseguró que trabajó para el ex jefe de Gabinete. Un farmacéutico implicado en la causa también lo mencionó

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En el programa Periodismo Para Todos, que conduce Jorge Lanata, presentaron un informe donde un ex policía, preso por homicidio y por sus vínculos con una banda que traficaba efedrina, asegura que el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue el "autor ideológico" del asesinato de tres personas: Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón.


El 7 de agosto de 2008, los tres supuestos empresarios, que según probó la Justicia se dedicaban a traficar drogas, iban a una reunión en la localidad bonaerense de Sarandí, pero no fueron vistos durante casi una semana, hasta que el 13 de agosto sus cuerpos aparecieron en General Rodríguez, a la vera de la ruta 24. Luego se supo que planeaban conformar una nueva organización narco, abrirse de la que ya integraban, y llevarse una gran agenda de contactos.


Martín Lanatta fue condenado a prisión perpetua por "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas". El jueves 20 de diciembre de 2012 recibió su pena, junto a otros tres criminales, entre ellos su hermano, Cristian.


Según está probado, los tres hombres fueron asesinados en la casa de Cristian Lanatta, en Quilmes. Luego, estuvieron en un freezer y finalmente los abandonaron en General Rodríguez. El fallo del juicio plantea una hipótesis: "Apoyo institucional". Según el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes, los acusados necesitaban "capacidad económica para concretar la masacre".



Martín Lanatta, desde la cárcel

El ex policía condenado a perpetua por el triple crimen habló en prisión y reveló la presunta existencia de una red, que incluiría a agentes de inteligencia y al actual jefe de Gabinete, y se habría dedicado al tráfico de drogas.



Según dice, Lanatta trabajó ilegalmente en el Registro Nacional de Armas (RENAR) bajo las órdenes de Matías Meiszner, un ladero de Fernández. Allí, explica, se comunicaba frecuentemente con el entonces director del organismo que habilita la portación de armas, entre otras cosas. También asegura que trabajó con el secretario de Meiszner, Alejandro Giancristóforo.



Lanatta, condenado por el triple crimen: "Llevé plata de un cártel mexicano a la casa de Aníbal"

"A Aníbal Fernández lo conocí en 1995, tenía un domicilio al lado de su casa, en Quilmes. Lo volví a ver después. Yo recaudaba para el RENAR, hacía trámites, destrababa sanciones, habilitaba polvorines. Recaudar de manera paralela. Podés recaudar de las inspecciones a agencias, armerías, portaciones de armas 'V.I.P'. Uno de los clientes a los que le hicimos la portación fue a Sebastián Forza", comenzó el ex policía.


Según explica Lanatta, tenía un cierto grado de confianza con Forza: "Me dijo que la policía lo estaba volviendo loco, y que necesitaba hablar con alguien. Nosotros le llevamos el caso a un comisario que era amigo mío, en el RENAR, y me dijo 'eso está en la órbita de Aníbal'. Hicimos una reunión con Fernández y Matías Meiszner. Y Aníbal me dijo que para sentarse a hablar con él, Forza tenía que poner u$s250 mil dólares".


Forza consiguió el dinero y Lanatta arregló la entrega. "Entramos al Departamento Central de Policía, donde Aníbal estaba circunstancialmente, y pidió que le den una oficina y empezamos a hablar. Nos quedamos con Aníbal y Forza. Aníbal le pidió a Forza datos sobre la mafia de la efedrina y le presentó a un agente de inteligencia llamado Máximo. Terminó la reunión y nos fuimos a tomar un café los tres".


Con el correr de los días, Lanatta asegura que "el agente de inteligencia, Máximo, empezó a caminar" en el negocio de la efedrina.


Lanatta: "No hablé en el juicio por el tipo que está enfrente"

"En ese momento, el producto que utilizaban no estaba prohibido, por eso lo agarraron rápido", dijo.


Sobre su vínculo con el actual jefe de Gabinete, señaló: "Yo gestioné la reunión, y me vi unas tres o cuatro veces más con Aníbal. Gestioné para él, personalmente, portaciones de armas".



Luego, sobre el accionar de la banda que se dedicaba al comercio de droga según probó el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes, dijo que el agente de inteligencia Máximo pasó de investigar a coordinar entregas de droga a cambio de dinero con personas "de un cártel mexicano".


"Para sentarse a hablar con Aníbal, Forza tenía que poner u$s250 mil", dijo Lanatta

Y Lanatta asegura que él personalmente retiró el dinero pagado por los narcotraficantes extranjeros y lo llevó, en dos ocasiones, a la casa de Aníbal Fernández.


"Yo pasé a retirar el dinero por la venta de efedrina, lo llevé desde el departamento de los mexicanos hasta el domicilio de Aníbal Fernández, eran dos millones de dólares, paramos atrás del auto de la custodia, y dejamos el dinero. La segunda vez llevamos tres millones. A mi, la primera vez, me dieron 20 mil dólares. No hablé en el juicio por la magnitud del caso, y por el tipo que está enfrente. Yo sabía que no tenía que hablar, hablé ahora y voy a pedir resguardo, sé a quien me enfrento", concluyó el ex policía.



Qué dice el socio de Ferrón

José Luis Salerno, ex policía y farmacéutico, heredó la farmacia de su papá. Allí, comenzó a "incursionar en complementación dietaria" y planes para atletas, "donde entra la efedrina, que en ese momento era legal", según declaró.


"Yo tenía un socio -continúa Salerno- que se llamaba Damián Ferrón, y le vendíamos medicamentos a un hombre llamado Esteban Pérez Corradi (hoy prófugo), quien dijo tener una cadena de gimnasios y me compraba productos, entre ellos efedrina, en cantidades normales. En varias oportunidades me pidió comprar la farmacia, o asociarse conmigo. Yo siempre dije que no".


"A medida que la relación con Corradi avanzaba, él dijo que necesitaba más cantidades, específicamente de efedrina. Me preguntó en dos o tres oportunidades si lo podía contactar con alguien. Comentaba la cantidad de efedrina que necesitaba para cubrir todos los gimnasios, decía que su red estaba en todo el país. Yo lo contacté con la directora de una farmacia y ellos siguieron haciendo trabajos. En agradecimiento, me regaló un auto", agrega Salerno.


Salerno, socio de uno de los asesinados, indicó: "La parte intelectual del crimen está más que clara"

Según el relato, en algún momento, Pérez Corradi supo que Ferrón se quería abrir y fundar su propio negocio, con Forza y Bina.


"Pérez Corradi me dijo que iba a matar a Ferrón, le dije que lo hiciera. No le creíamos. Lo charlé con mi socio. Ferrón negó estar haciendo algo que yo no supiera", explica Salerno.


"Pero no era así, estaba haciendo una sociedad con Forza y Bina. Planeaban ir con la efedrina a Panamá y de ahí a Mexico. Y Esteban Pérez Corradi estaba vinculado a Aníbal Fernández, en la banda que yo llamo 'oficial'. La otra era la que se estaba armando, que quería quitarle el negocio a la banda 'oficial'. Corradi no daba nombres personales, pero me habló de Aníbal Fernández. Para mí, la mano de obra del asesinato está en la cárcel. Y la parte intelectual está más que clara, son los que están por arriba de Pérez Corradi.



El testimonio del hermano de Ferrón

Diego Ferrón, hermano de uno de los asesinados, aseguró en el programa de Lanata que este caso "destapó otras cosas, como cocinas de droga, mesas de dinero y aportes a campañas políticas".


"Estuve en todas las audiencias, se nombraron muchos personajes que pueden estar involucrados. Si no tenés un poder político que te banque, que te banque la policía, ¿cómo hacés?", se preguntó Diego Ferrón en el programa PPT.


"El asesinato lo llevó a cabo alguien profesional, se confundieron en muy pocas cosas. Yo no puedo acusar a Aníbal Fernández como jefe de la banda, pero escuché esa versión. Tenemos seis muertos en total, cuántos más se animan a hablar", concluyó.