Cayó la banda de secuestradores virtuales que extorsionó a la periodista Sandra Russo

Seis delincuentes fueron apresados por realizar hasta 150 llamados extorsivos por noche. "Planeaban montar un call center", dijo Matzkin

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Una organización gitana de secuestradores virtuales fue desarticulada tras una serie de operativos en Capital Federal, el Gran Buenos Aires y Mar del Plata. Con el dinero de los rescates ya habían logrado comprar 35 autos y camionetas de alta gama, joyas y relojes.

Pero además, se trata de la organización que el jueves 2 de julio extorsionó a la periodista y panelista del programa 678, Sandra Russo, cuando a través de un llamado telefónico le hicieron creer que tenían a su hija secuestrada. La periodista, que también escribe en el diario Página/12, llegó a pagar 50.000 dólares creyendo que efectivamente tenían a su hija.

"La banda planeaba tener un call center conformado con personas de esta comunidad para realizar los secuestros virtuales y sus integrantes hacían un análisis sobre las víctimas y el lugar del pago del supuesto rescate", detalló el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin.

Durante las investigaciones iniciadas en marzo se pudo establecer que la banda hacía por
noche entre 100 y 150 llamadas
para captar posible víctimas, con un promedio de entre 5 y 10 que caían en el engaño. Durante los trece allanamientos se secuestraron 35 vehículos de último modelo, joyas, electrodomésticos relojes y dinero.

Además, detectives de la DDI de San Fernando de la Policía Bonaerense descubrieron durante la pesquisa que cada integrante de la banda tenía una función específica para concretar los secuestros virtuales.

Entre los apresados están el hombre que llamaba las víctimas, el negociador que lograba pactar el monto de dinero por la vida de la supuesta persona secuestrada, la "llorona", es decir la mujer o el hombre que fingía ser la persona cautiva, el cobrador del dinero y el chofer de la organización.

Para evitar caer en la trampa, Matzkin explicó que las víctimas deben "denunciar inmediatamente para frenar ese ataque psicopático, pensar dos minutos, no dejarse seducir y cortar el teléfono, que es la herramienta que ellos utilizan para hacer creer que hay un allegado secuestrado".

El mal momento de Sandra Russo

Durante la madrugada de ese jueves 2 de julio, Russo recibió una llamada telefónica. Al atender, un hombre le dijo que tenía cautiva a su hija y que, si no pagaba el rescate, terminaría muerta. Ella intentó comunicarse con su hija, pero no pudo y cayó en el engaño.


Si bien no está claro cuánto llegaron a pedir los falsos secuestradores, la periodista arregló el pago de 50 mil dólares. "Contó que, de fondo, se escuchaban los gritos de una chica diciendo que la iban a matar", contó una fuente al diario Clarín.


Al momento del llamado, la hija de Russo se encontraba en la casa de su novio. "La periodista llamó, pero la chica no la atendió. Al parecer, la joven estaba durmiendo", agregaron las fuentes consultadas.


La periodista terminó acordando el pago de los dólares. Russo juntó rápidamente el dinero y lo llevó hasta un locutorio. Algunas horas más tarde, logró comunicarse con su hija y se dio cuenta que todo se había tratado de un engaño.


Finalmente, la periodista se presentó en la Comisaría N° 23 (Gurruchaga y Santa Fe, en Palermo) acompañada por gente del Ministerio de Justicia de la Nación. Allí realizó la denuncia correspondiente.