El referencial compuesto de Shanghai abrió este lunes con un salto de un 7,8%, aunque terminó el día con un avance de sólo un 2,4%, quedando en 3.775,91 puntos.
El índice CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen también cedió la mayor parte de sus ganancias iniciales, para cerrar con un incremento de un 2,9% en 3.998,54 unidades.
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Los índices clave recibieron el apoyo de los pesos pesados financieros, incluyendo los "cuatro grandes" prestamistas estatales y la aseguradora estatal China Life, junto con el gigante petrolero Sinopec.
Los prestamistas estatales, entre ellos, el Banco de China, el Banco Agrícola de China e ICBC avanzaron en casi un 10%, su límite en un día.
Las medidas de apoyo al mercado dadas a conocer el fin de semana incluyen un compromiso colectivo de las principales corredurías de China para invertir al menos 120.000 millones de yuanes (el equivalente a 19.330 millones de dólares) en acciones.
Sin embargo, Hong Hao, jefe de estrategia de BOCOM Internacional, dijo que todavía es demasiado pronto para evaluar si las medidas de emergencia del Gobierno tendrán éxito en estabilizar al mercado.
El repunte de la Bolsa de Shánghai fue un oasis dentro de los mercados de valores asiáticos, que sufrieron fuertes pérdidas arrastrados por el triunfo del "no" en el referéndum de Grecia. Uno de estos ejemplos fue el índice Nikkei de Tokio, que cerró con una caída de 2,08%, equivalente a 427,67 puntos, quedando en 20.112,12 unidades.
A su vez, la plaza de
bajó 2,40% (50,48 unidades), para ubicarse en 2.053,93 unidades. Mientras que hacia el cierre de la jornada bursátil,
perdía 4,12%, tras haber iniciado la sesión con un alza del 0,7 por ciento.