La identidad de River está intacta, más allá del resultado

A River le faltó el gol, pero con dos jugadores menos fue el que generó más situaciones en el área rival. A este equipo de Gallardo hay que jugarle demasiado bien o echarle más de un jugador para ganarle. Resultados al margen, este equipo genera confianza y tranquilidad

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El ADN de este River de Gallardo pasa por el buen juego, por intentar jugar con buen trato del balón, por abajo, de manera limpia, con compañeros que colaboran para que sea un verdadero juego en equipo, presión arriba y búsqueda ofensiva constante. Pero también es un equipo de garra, que no se da por vencido ante la adversidad, que pelea hasta que los tres pitazos finales da por terminado el juego.

Y el viernes a la noche, en San Juan, lo volvió a demostrar ante un gran equipo complicado, como es Rosario Central. Ya nos hicieron un partido difícil en el Monumental por el torneo. Pero River casi se lo empata, con uno menos, con dos menos. Y pasó lo previsible al final, que en un contraataque los rosarinos lo podían liquidar, considerando que River solo tenía dos en el fondo.

Tal vez las expulsiones de los jugadores del Millo hayan sido correctas; pero si fue así, Central tendría que haber estado cargado con un par de amarillas por jugadas fuertes. Luego, vino la compensación, la expulsión de Musto. Si en algo pesó el arbitraje, fue en esa falta de criterio ecuánime para las tarjetas.

Hubo un tiempo para cada uno: la victoria de Central es tan razonable como si hubieran empatado, resultado que estuvo cerca más de una vez. River convirtió una vez más en figura al arquero rival. Con el diario del lunes podríamos decir que ante la salida obligada de Bertolo el que ingresaba podría haber sido Pisculichi, pero hablar ahora es fácil. Una pena lo de Boyé: un jugador que muestra condiciones, y que no aparece ni en la red marcando ni aportando desde el juego, pese a tener buen manejo de pelota.

Flojo Balanta, que facilitó la jugada para el pena en el primer tiempo, y que no ganó en el fondo, ni mucho menos aportó pasando al ataque como lo sabía hacer cuando se adelantaba. ¿La falta de minutos en Primera lo perjudicó? En el primer tiempo Martínez pesó en el juego, generó algunas situaciones y hasta tuvo una con Caranta, pero en el segundo no gravitó.

Nos duele perder, siempre, por la Copa que sea. Pero al menos hay que estar tranquilos y confiar en el equipo y el cuerpo técnico, porque River perdió pero sin perder su identidad, reafirmando el ADN de buen juego más garra y presencia para meter a los rivales en su arco aún con menos jugadores. Vuelve el campeonato la semana próxima, y el partido más importante, los partidos en realidad, la serie contra Guaraní. Nos jugamos mucho ahí y como dijo Gallardo, hay que llegar bien a esos encuentros. Se podrá ganar o perder, pero si el equipo juega con los valores de River, hay más chances de pasar.

Porque para jugar y ganar la Copa hay que poner fútbol, pero también garra. Y este River tiene las dos cosas.