El sueño está intacto. Argentina tuvo que sufrir por demás, pero la satisfacción de estar entre los cuatro mejores de América nadie se la quitará. Ya habrá tiempo de pensar en el partido del próximo martes, donde se tendrá que cruzar con Paraguay o Brasil (chocarán por la otra llave), pero ahora será tiempo de recargar energías y celebrar una clasificación tan ansiada como también merecida.
Desde lo futbolístico, estuvo más que claro que la Selección se adueñó de las acciones de arranque nomás y jugó el encuentro que pretendía y más le convenía. Cuidó el balón, tuvo la profundidad que no había exhibido en otras presentaciones y cortó todo tipo de circuitos del adversario, que apenas contó con una sola aproximación cuando promediaba el complemento, por medio de un cabezazo a la salida de un tiro de esquina. Sacando eso y más allá de una leve merma física en la etapa final, siempre el control fue "albiceleste".
Pastore casi sorprende a los pocos minutos de iniciarse el match y Rojo no pudo de cabeza, vía por la cual tampoco conectaría bien Agüero. Tras eso, llegó la mejor intervención de David Ospina y del certamen: primero al "Kun", cuando estaba cruzándose de palo; después a Messi, con un testazo. Impactante doble atajada del '1' colombiano, que sería una pesadilla para el conjunto de Martino.
De zurda, Biglia dilapidó una buena ocasión y los primeros 45 minutos se diluyeron con varios hombres de Colombia amonestados, producto de la sistemática cantidad de faltas cometidas. El árbitro mexicano dejó que se raspara más de la cuenta y tuvo que haber mostrado alguna roja en el elenco "tricolor" por reiteración de infracciones, pero se lavó las manos y alivió su ser cuando llegó la hora del silbatazo final. (Aclaración: los penales reclamados por Agüero y Otamendi no fueron tales).
La intensidad bajó en la última parte, pero a su manera,
. Messi no pudo luego de una jugada preparada, luego asistió a Di María, quien chocó con Ospina y ya de tiro libre, la "Pulga" la tiró por arriba.
anticipó a su marca y el guardameta "cafetero" la tocó antes de que
y recorriera toda la línea de cal. Banega, quien antes había peinado el travesaño con un remate lejano, le puso una gran bola a Tevez y Zapata casi convierte en contra:
El cabezazo de pique al piso de Messi que salió por encima del travesaño fue el último manotazo de ahogado de la Selección, que se quedó con una impotencia total pero de pie, para los penales. Tuvo la posibilidad de rematar la serie en dos ocasiones, pero
Finalmente Murillo copió a sus compañeros Muriel y Zúñiga, falló y le dio la oportunidad a
, quien se tomó revancha cuatro años después y salió a festejar.
Importantísima victoria de la Selección, que mereció haber liquidado la cuestión mucho antes, pero supo sufrir en la instancia más cruel y contó -otra vez- con
(¡qué importa si se adelantó un paso!).
El martes, habrá otra parada complicada.