Atentaron contra el auto de la hermana de Luciano Arruga

La hermana de Luciano Arruga, Vanesa Orieta, denunció que a principios de este mes atentaron contra su automóvil y pidió protección para ella y su familia, ante la sucesión de amenazas vinculadas con la muerte y las torturas policiales que sufrió el adolescente de Lomas del Mirador.

La joven dio a conocer que la mañana del pasado 7 de junio encontró en la puerta de su casa su auto Fiat Regata blanco totalmente incendiado y detalló que esto se suma a otros aprietes que padece su familia desde 2009, cuando desapareció el chico de 16 años.

"Queremos que nos den una solución para darle un fin a esto. Acá estamos denunciando la pérdida de un objeto material. Queremos evitar que esto continúe y que llegue a un lugar inevitable, que es el de las vidas humanas", afirmó hoy Orieta.

A través de un comunicado que difundieron por las redes sociales, la agrupación "Familiares y Amigos de Luciano Arruga" enumeró los episodios padecidos en los últimos años. Entre ellos, la detención ilegal de una integrante de la agrupación en 2009, el intento de incendiar en 2011 la casa de Mónica Alegre, la madre del chico fallecido, y amenazas a un hermano menor de Luciano "por un policía de civil y un uniformado que circulaban en un auto sin patente y lo venían siguiendo" en 2012, además de otros amedrentamientos a amigos, familiares y testigos.

"Ya hemos pasado un montón de situaciones dolorosas y esta familia se merece vivir un poco más tranquila", reclamó Vanesa Orieta.

Arruga desapareció el 31 de enero de 2009, cuando salió de su casa de Lomas del Mirador. Tras casi seis años de búsqueda, recién apareció muerto en octubre del año pasado en el cementerio de Chacarita. Se supo que el chico fue presuntamente atropellado en la Avenida General Paz y que luego fue enterrado como NN.

En la causa, testigos declararon que el adolescente se resistió robar para la Policía Bonaerense, motivo por el cual fue torturado en el destacamento de Lomas del Mirador. Señalaron también que parecía escapar de alguna circunstancia cuando fue atropellado.

Hace poco más de un mes, la Justicia condenó a diez años de prisión al agente policial que sometió a Arruga, lo que se transformó en la primera pena por apremios ilegales en democracia contra un efectivo de esa fuerza de seguridad provincial.

Para la familia y los allegados, el incendio del auto se vincula necesariamente con el fallo condenatorio contra la policía bonaerense. En conversación con radio Nacional Rock, Orieta pidió "nuevas políticas" que atiendan el resguardo de quienes denuncian a las fuerzas de seguridad y planteó que están atravesando un momento angustiante.

"No podemos ser custodiados por aquellos a quienes denunciamos. No queremos que nos relocalicen, que nos cambien nuestro nombre y apellido, queremos que nos den una solución", sentenció Orieta.