Una madre y su pareja están acusados de asesinar a un bebé de casi dos años

Lo habrían golpeado en la cabeza y en el torso.

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Un niño de casi dos años llegó golpeado y fallecido a un hospital y la autopsia determinó que esos traumatismos eran producto de golpes y no de una caída como dijo su madre, por lo que tanto ella como el padrastro de la víctima quedaron detenidos, acusados de haber cometido un homicidio.

El caso se inició el jueves por la mañana cuando un niño de un año y nueve meses fue llevado a la guardia del Hospital Arturo Oñativia, de Rafael Calzada, partido de Almirante Brown. El chico, identificado por las fuentes como Benjamín Santino Caballero, estaba muerto y tenía golpes, en especial uno fuerte en la cabeza, sobre la frente.

Según contaron voceros policiales, la madre dijo que su hijo se había caído de la cama el día anterior y que de ese golpe se había recuperado, pero que el jueves por la mañana, al no poder despertarlo, lo llevó al Hospital Oñativia.

Ante las dudas que les generó el caso y al tratarse de una muerte violenta, los médicos hicieron la denuncia y la causa quedó a cargo de los fiscales de Lomas de Zamora, Lorenzo Latorre y Jorge Grieco, quienes ordenaron la realización de la autopsia.

Fuentes de la investigación revelaron que los forenses de la morgue judicial de Lomas de Zamora le informaron a los fiscales que estaban ante un homicidio ya que los traumatismos craneoencefálicos que detectaron en la cabeza de la víctima no eran compatibles con una caída, sino con golpes que le fueron aplicados. Además, detectaron que el niño tenía dos costillas fracturadas y hasta una úlcera estomacal compatibles con maltratos físicos.

El fiscal Grieco convocó a la madre de Bejamín y a su actual pareja a la fiscalía, dentro de los tribunales de Banfield, y allí a primera hora de esta tarde dispuso su detención. Los detenidos fueron identificados como Analía Echeverría (20) -madre del niño muerto-, y su pareja y padrastro de la víctima, José Pardo (25). Grieco imputó a la pareja por el delito de "homicidio calificado por el vínculo y por la alevosía", que se castiga con la pena máxima del Código Penal: prisión o reclusión perpetua.