Ojalá se dé la vuelta de Tevez, así se ocupará el puesto de ídolo vacante en Boca

Desde la partida de Riquelme por motus propio, aunque también empujado por un presidente que nunca lo quiso, el plantel quedó carente de ídolo. Sólo hay referentes, pero las últimas actitudes de estos (futbolísticas y extrafutbolísticas) terminaron defraudando. Si se concreta su arribo, "Carlitos" tapará ese vacío que quedó con la ida del último gran ídolo, y con él se volverá a soñar en grande

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No hay palabras para agradecer tamaño gesto de Carlos Tevez. Muchos dirán que es fácil porque ya la ganó toda en Europa, y con más razón se podría decir que eso hace más difícil concretar la vuelta ahora, donde por cierto atraviesa por su mejor momento. Otros, que es porque extraña a la familia, y puede ser. Pero ahí hay que mencionar a Boca, que es parte de su familia. Por supuesto que no faltarán aquellos que digan "si tanto quiere al club, porque no viene gratis". A esa persona habría que aclararle que prácticamente lo está haciendo.

Porque, repito, "Carlitos" eligió volver en el mejor momento de su carrera y rechazando multimillonarias ofertas. Pero no por este noble gesto de regresar a su casa, a su primer amor, es que uno debe andar realzando su figura; sino porque cumplió con su palabra, la que dijo siendo apenas un pichón de crack.

Con un puñado de partidos, y ya varias vueltas olímpicas, Tevez había declarado que si fuera por él no se iría nunca de Boca. Pero por lógicas razones y para salvaguardar el futuro de su familia, que no hace falta aclarar que son de orígenes muy humildes, debía partir. Pero que volvería, y en plenitud. No como se dice comúnmente "a robar" con un físico maltrecho o con la chapa de lo que fue y no lo que es; sino con un gran presente.

Hoy se dice que está muy cerca. Ojalá se dé ahora, y sino será el próximo año, pero la ecuación no cambiará. Carlos Tevez seguirá agigantando su figura de ídolo y el amor incondicional de los hinchas se hará más fuerte. Sólo él puede lograr eso. Un pibe de barrio, que pese a tener muchos defectos –aunque muchas más virtudes– nunca se olvidó de sus raíces. Y "Carlitos" es Boca. Por eso, su llegada servirá para recuperar un lugar tan necesitado en estos tiempos: el de ídolo.

Porque desde la ida de Juan Román Riquelme, por decisión propia y también empujado por un presidente que nunca lo quiso, Boca se quedó sin ídolo. Y vaya paradoja, un club que llegó a tener más de uno en el mismo plantel, hace varios años no cuenta con el diferente, más allá de lo futbolístico.

Sólo quedaron referentes, que no hace falta aclarar quiénes son. Pero que en los últimos tiempos con actitudes futbolísticas y extrafutbolísticas dejaron mucho que desear y a más de uno defraudaron –donde me incluyo–. Literalmente, le dieron la espalda al hincha con ese saludo a los que no son verdaderos hinchas.

Pero volvamos a lo importante. Con la seguridad de que si no se da ahora será el próximo año me permito adelantar que Tevez, "Carlitos" o simplemente el "Apache", como más le guste llamarlo, por fin tapará ese vacío que quedó con la salida del último gran ídolo. Y, por supuesto, con él en Boca se volverá a soñar en grande.